El modelo alemán se impone en la costa
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Un lugar paradisíaco, cerca del sol y el mar, rodeado de zonas verdes y alejado de la ciudad, donde poder disfrutar de la práctica del golf y otros deportes al aire libre, pero con todos los servicios necesarios para vivir y, si es necesario, recibir atención médica, pero sin abandonar la autonomía que ofrece el tener un piso propio, es el sueño que empiezan a ofrecer algunas compañías especializadas en el sector residencial para jubilados, principalmente procedentes de fuera de nuestras fronteras. Se trata de un modelo importado de Alemania, y que atrae a gran parte de la población europea a las costas españolas, principalmente el Levante, que gozan de unas condiciones climáticas inmejorables.
Es lo que ya se ha bautizado como “miniciudades para jubilados”; un concepto que, de momento, no acaba de cuajar entre la población nacional, pues resulta más costoso, pero que las empresas del sector esperan llegue a popularizarse. Para conseguirlo ya se ofrecen servicios de compra de las viviendas propias o la gestión de su alquiler para saldar los gastos de la estancia en uno de estos ‘paraísos’.
Estos complejos se componen de pequeños edificios de apartamentos y chalés adosados en torno a un bloque central que ofrece todos los servicios sanitarios, y rodeado de zonas verdes y deportivas, principalmente campos de golf.
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