La importancia de los nuevos miembros de la UE
reside en su potencial y capacidad de crecimiento
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El pasado 1 de mayo, la Unión Europea experimentó la mayor ampliación de su historia con la entrada de diez nuevos países. Esta incorporación es, sin duda, importante, pero básicamente a nivel de volumen de población y de potencial de futuro. La Europa de los 25 tiene un total de 454 millones de habitantes, un 21% más que la de los 15, y esta cifra podría ascender a 482 millones si sale adelante la incorporación de Bulgaria y Rumanía, prevista para 2007. A pesar de estas grandes magnitudes, la importancia económica de los nuevos miembros es. hoy en día, muy poco significativa. Hay regiones europeas, como Bayern, en Alemania, Lombardía, en Italia, o Cataluña, en España, que superan en volumen de producción a casi todos estos países. En el caso de la zona de Ile de France, su economía local es superior a la de los diez países juntos, que actualmente supone el 4% del total de la Unión Europea. El impacto de la entrada de los Países del Este, por tanto, no está siendo tan radical como algunos esperaban. Según la consultora Cushman & Wakefield Healey & Baker, lo más importante de los nuevos miembros es la rapidez con la que están creciendo económicamente, lo que se ve reflejado en el aumento de su presencia a nivel público y privado en la capital de Europa, y las posibilidades de desarrollo que presentan, no sólo para sus mercados internos, sino para los inversores de los países más sólidos de la Unión Europea.
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