Las capitales madrileña y catalana entre las siete sedes más consolidadas
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Madrid y Barcelona están ya en el grupo de las siete ciudades europeas más consolidadas en el sector de oficinas, convirtiéndose en destinos ‘clave’ para las multinacionales. Además, están valoradas positivamente por los empresarios internacionales.
El mercado de oficinas español ocupa cada año una posición más importante entre los países ‘clave’ de la Unión Europea. Madrid y Barcelona se sitúan ya entre las siete primeras ciudades, y Sevilla y Valencia están empezando a tener cierta presencia en los rankings europeos, aunque todavía no figuran en las valoraciones más generales.
Tanto Barcelona como Madrid, son consideradas por los empresarios como las ciudades que mejor promoción hacen de sí mismas en el mercado de oficinas. Ocupan también las primeras posiciones en lo que respecta al trato de las autoridades locales con los responsables de las compañías que tienen allí sus oficinas.
La capital española ha experimentado un comportamiento general durante el pasado año por encima de la media de Europa, y se ha consolidado como uno de los centros de la economía más importantes del continente. En cuanto a la tasa de disponibilidad, el mal que sufren todas las ciudades de la UE, ha afectado también a Madrid, aunque no ha llegado a alcanzar, por el momento, cifras de desocupación superiores al 10%, como sí ha ocurrido en Londres y Frankfurt.
Barcelona, a pesar de que no ha mostrado grandes mejoras durante 2003, ha cerrado el año con muy buenas perspectivas para afrontar 2004. La Ciudad Condal registra niveles de actividad por encima de capitales como Viena, Lisboa, o Luxemburgo, entre otras. En términos de ocupación, se posiciona como destino de multinacionales para trasladar sedes o divisiones especializadas.
Valencia y Sevilla, por su parte, son ciudades en proceso de despuntar en la Península y con posibilidades de aumentar su notoriedad en el panorama europeo, donde todavía no se las reconoce como mercados fuertes de oficinas, pero sí se las ve como zonas estratégicas para entrar en el mercado español.
En el sector de oficinas internacional, que tiene su máximo fundamento en las empresas multinacionales, hay ciudades a las que se considera ‘satélites’, que son las que más dependen de la buena marcha de la economía mundial, ya que son las primeras en las que las empresas cierran sus sucursales. Hasta ahora, tanto Madrid como Barcelona habían pertenecido a este grupo de ciudades, pero ante el crecimiento experimentado en los últimos años la situación ha cambiado y se han consolidado dentro del grupo fuerte de ciudades europeas ‘fijas’ para las compañías, junto con Londres, París, Frankfurt, Bruselas y Amsterdam.