El Atlético firma un protocolo para trasladarse a La Peineta

Mediante este acuerdo, las autoridades demuestran ante el Comité Olímpico Internacional (COI) que las obras de remodelación del estadio valen la pena, puesto que tienen un equipo de primera división como futuro inquilino. A su vez, el Atlético abre la posible negociación sobre la venta de los terrenos que ocupa el estadio Vicente Calderón junto a la M-30 y por los que el club pide 200 millones, aunque el Ayuntamiento le ofrece 79 millones.

El Calderón ocupa algo más de tres hectáreas calificadas como de uso deportivo según el Plan General de Urbanismo de 1997, para cuya recalificación sería necesario que confluyese el beneplácito del Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Medio Ambiente, de quien depende la Confederación Hidrográfica del Tajo, entidad a la que fueron adquiridos los terrenos en 1961 y con quien se debería negociar.

El club está de acuerdo en mudarse a La Peineta a cambio de que se permuten los terrenos del Vicente Calderón por 120 hectáreas de suelos edificables en algún municipio de Madrid -se barajan Getafe, Alcorcón o Boadilla- donde construir una ciudad deportiva.