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La Expo 2008 convertirá el meandro de Ranillas en un gran parque empresarial europeo

Zaragoza invertirá 1.400 millones en su transformación urbanística

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La transformación urbanística y fluvial de Zaragoza para la celebración de la Exposición Internacional 2008, cuyo lema será “Agua y desarrollo sostenible”, supondrá una inversión de 1.400 millones de euros, que serán sufragados por un consorcio integrado por las administraciones central, autonómica y local.
Pablo Sola
Madrid

Zaragoza ha conseguido convertirse en sede para la celebración de la Expo 2008 venciendo a las ciudades de Trieste, en Italia, y Salónica, en Grecia, y lo ha hecho apostando por un tema de rabiosa actualidad ecológica como es el agua y el desarrollo sostenible y apoyándose en el río Ebro, eje vertebrador de la ciudad y elemento natural que el impulsor de este proyecto, al alcalde Juan Alberto Belloch, quiere convertir en la avenida principal de la muestra.

Así, la entrada principal al recinto será un puente pabellón que costará 30 millones de euros y cuyos 200 metros de longitud y 35 metros de anchura discurrirán sobre el Ebro y comunicarán el barrio de la Almozara con los terrenos del meandro de Ranillas.

Este giro natural del río delimita una extensión de 100 hectáreas, 25 de las cuales se dedicarán a la feria. Los terrenos fueron adquiridos a Ibercaja por el Ayuntamiento de Zaragoza días antes de la elección final mediante su permuta por derechos urbanísticos en Arcosur.

El complejo estará presidido por una plaza alargada de 72.500 metros cuadrados, que separará la rivera de la zona de pabellones. Junto al puente pabellón y al borde del río, la plaza contará con un auditorio al aire libre desde el que se podrán seguir los espectáculos nocturnos. Este anfiteatro mirará hacia otro de los grandes hitos arquitectónicos de la Expo, el puente del Milenio, una estructura diseñada por el ingeniero Juan José Arena y que recuerda mucho al puente de la barqueta de la Expo de Sevilla’92. En el extremo contrario de la gran plaza se instalará la zona comercial y de restauración, así como un centro termal.

Desde la plaza se podrá acceder a los pabellones y al palacio de congresos, todos ellos asentados sobre una plataforma de casi diez hectáreas con rampas y gradas para permitir la accesibilidad. En total, habrá ocho áreas ecogeográficas dedicadas a diferentes elementos naturales. También habrá pabellones destinados a empresas.

Presupuesto millonario.- La inversión global prevista para el evento es de 1.400 millones de euros, de los que 580 corresponden al coste planeado para las edificaciones principales. Cada uno de los edificios tendrá como máximo 13 metros de altura y 1.000 metros cuadrados de superficie. Una cubierta ecológica unirá los pabellones y dará sombra para hacer más agradable el espacio, y otra comunicará el pabellón puente con el palacio de congresos.

El edificio más emblemático que dejará la muestra será la Torre del Agua, que contará con una altura de 60 metros, y presidirá una playa artificial donde los visitantes podrán disfrutar de un baño. Junto a esta zona, se construirá el acuario fluvial de 17.000 metros cuadrados, primero en su modalidad en España y donde nadarán peces de hasta dos metros de longitud. También en este sector se construirá un parque temático de aguas bravas y un jardín botánico.

Pero, sin duda, el gran legado de la Expo 2008 a la capital aragonesa será la regeneración de más de 12 kilómetros de las riberas del río Ebro, cuyo coste previsto es de 112 millones de euros. También quedarán las 2.500 camas que compondrán la villa de la feria y las 5.000 plazas con las que contará la Ciudad Expo, ambas situadas en el entorno de la nueva estación intermodal de Delicias, a la que llegará el AVE desde Madrid y Barcelona.

Financiación pública.- La financiación de las obras correrá a cargo de la sociedad organizadora de la Expo, en la que la Administración central participará con un 70% del capital y las autonómica y local con un 15% cada una. En concreto, el Gobierno de Aragón asumirá el coste del transporte metropolitano y urbano y la construcción del palacio de congresos, además de participar en la recuperación de las riberas y en la mejora paisajística y equipamiento del entorno.

El Ayuntamiento será quien aporte los suelos, construirá la villa y la Ciudad Expo, los accesos al recinto y las infraestructuras al servicio del complejo ferial. Además, realizará los accesos al puente del Tercer Milenio y las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento de agua de la ciudad. El Gobierno central, entre otras cosas, sufragará la rehabilitación de los cauces de los ríos Huerva y Gállego.

La organización quiere que, una vez que se celebre la exposición internacional, entre los días 14 de junio y 13 de septiembre, sus esfuerzos supongan un progreso para la ciudad. Así, todos los edificios están pensados para que, con unos meses de intervención arquitectónica, puedan ser reconvertidos para usos culturales, de oficinas o sedes institucionales. El grupo Experiencia, redactor de la propuesta urbanística, ha ideado inmuebles dotados de todo tipo de servicios que, si bien no se utilizarán durante la Expo, podrán ser puestos en marcha después. Por ejemplo, los sótanos, que servirán como almacenes a lo largo de la feria, se reconvertirán en aparcamientos. Igual que la zona de restauración, que atraerá el ocio desde el centro de la ciudad.

Aunque el verdadero motor de la reconversión será el auditorio, ya que está previsto transformarlo en un centro de convenciones, y será el imán fundamental para convertir esta zona en uno de los mayores parques empresariales de Europa.
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