Sociedad de Tasación prevé que el precio de la vivienda caerá un 5,7% este año
Debido a que el desempleo crece y continúan las dificultades para acceder a créditos
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
21/01/2010.- El precio de la vivienda nueva caerá en 2010, como mínimo, como el año pasado, cuando el descenso medio nacional se situó en el 5,7 por ciento, según las previsiones de Sociedad de Tasación. El presidente y el director general de la tasadora, José Luis Estevas-Guilmain y Juan Fernández-Aceytuno, respectivamente, aseguran que el precio de la vivienda va ligado a la renta familiar y al crédito hipotecario, de forma que cuando han sido buenos se han encarecido las viviendas.
"Hasta que no cambie la tendencia en la actividad económica y en las facilidades en cuanto a financiación es difícil que haya opciones de compra", dijeron ambos directivos, quienes consideran que la realidad no camina en esa dirección: "todavía no hemos tocado suelo y los 'brotes verdes' no han existido nunca", apuntó su presidente para añadir que, en este contexto, "no puede haber un crecimiento de la demanda en 2010".
No obstante, desde Sociedad de Tasación aseguran que "es un buen momento para comprar una vivienda, negociando un buen precio y una buena hipoteca", siempre que el inmueble a adquirir responda a una necesidad más allá de la puramente especulativa, para lo que sería preferible "estarse tranquilo".
A pesar de ello, indicaron que la caída del precio de la vivienda experimentó una moderación en el segundo semestre de 2009, con respecto al primero, por lo que podría haber una estabilización este año que, incluso, llegaría a registrar leves repuntes en ubicaciones céntricas de grandes ciudades, donde la oferta es limitada.
El presidente de Sociedad de Tasación considera prioritario que se mejore la seguridad jurídica en el mercado del alquiler. Según dijo, se estima que hay dos millones de viviendas vacías que en muchos casos no se alquilan por miedo a los impagos. Si se solucionara este problema, la oferta en alquiler aumentaría, con ella descenderían los precios de los arrendamientos, se incentivaría la demanda de estas viviendas y habría una alternativa real a la compra, con lo que los precios de adquisición también bajarían. En resumen, "si el mercado del alquiler funcionara, bajaría el precio de la vivienda", según Estevas-Guilmain.