www.euroinmo.com

villa y corte/Alberto Delgado

Futuro

Madrid tiene una población juvenil que alcanza casi una cuarta parte del total, gracias, no al aumento de la natalidad, que sigue siendo alarmantemente bajo, sino a una inmigración creciente que va permitiendo corregir el desequilibrio entre los mayores y los jóvenes. Los mayores se concentran en la capital, que pierde población mientras aumentan la de la corona metropolitana y los municipios periféricos. Más del diez por ciento de los jóvenes de esta Comunidad proceden de otros países, principalmente de Iberoamérica. Esto plantea problemas de integración, que ya se manifiestan. Va a ser difícil que se solucione el rechazo a los recién llegados en los próximos años.
El reciente estudio de la Consejería de Educación sobre la juventud de la Comunidad de Madrid cara al siglo XXI revela que el 30% de los madrileños entre 15 y 29 años son contrarios a la emigración. Hay que incidir, por tanto, en políticas de integración antes de que sea demasiado tarde. Es, entre otras cosas, un problema de cultura. Y resulta descorazonador que, de los jóvenes encuestados, un 35% no lea más de tres libros al año, y un 15% no lea ninguno. Y ello pese a que la proporción de titulados universitarios entre 25 y 29 años se haya duplicado, lo que refleja las enormes diferencias culturales entre los jóvenes que viven en Madrid. Sin poner en duda las estadísticas, cada vez que voy a la biblioteca pública de mi barrio compruebo que los jóvenes abarrotan las salas de lectura, y entre ellos no faltan inmigrantes.
Resulta curioso que la mayoría de los jóvenes afirman que no tienen preocupación con el futuro. Debe ser por la confianza en sus propias fuerzas. A los jóvenes no les faltan preocupaciones: el empleo, los estudios, la vivienda, la situación económica, las relaciones con la familia. Pero no les quitan el sueño, y piensan, como el dicho castizo madrileño: "Total, para cien años que vamos a vivir".
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios