Los ayuntamientos catalanes suben los tributos sobre la construcción para paliar sus déficits
La vivienda genera ya el 42% de los ingresos propios de los municipios
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Casi el 70% de los ingresos que obtienen los ayuntamientos catalanes con sus impuestos están directamente vinculados a la vivienda y a la construcción, según las cifras agregadas de los presupuestos municipales del 2002 y del 2003 que acaba de publicar la Generalitat. La cifra equivale al 42% de los ingresos propios que generan los municipios y el 26% del todas sus entradas económicas, incluidas las transferencias de las otras administraciones.
La dependencia de la financiación local respecto de la vivienda y el suelo ha aumentado durante el boom inmobiliario y , según fuentes municipales, ha seguido en la misma línea tanto en el 2004 como en este ejercicio, de los que no se disponen aún de cifras oficiales agregadas.
El informe económico que incluye la ley de presupuestos de la Generalitat del 2005 constata que los ingresos propios equivalieron en el 2003 a un 61,2% de los recursos de los ayuntamientos catalanes. El 32,9% restante lo obtuvieron de transferencias de otras administraciones y el 5,9% restante fueron ingresos financieros.
Los tres principales impuestos locales relacionados con la actividad inmobiliaria son el de bienes inmuebles (IBI), el que grava el incremento de valor de los terrenos y el impuesto sobre construcciones. Sólo estas tres figuras aportaron en el 2003 el 26% de todos los ingresos locales. Además, habría que añadir las contribuciones especiales y las cuotas de urbanización que cobran los ayuntamientos a los propietarios de fincas que obtienen mejoras a causa de obras, y los ingresos por el suelo de cesión obligatoria.
Esta dependencia de la vivienda ha sido beneficiosa para los municipios durante los años de fuerte actividad constructora, y a la vez ha sido también una causa más que ha alimentado este fenómeno. "El boom inmobiliario ha permitido aguantar los presupuestos de muchos ayuntamientos en los últimos años y ha paliado la reducción de otros ingresos, como los del impuesto de actividades económicas (IAE)", reconoce un portavoz de la Federació de Municipis de Catalunya (FMC).
"Pero se trata de una mala solución, fomenta el auge de la construcción más allá de las necesidades reales de muchos municipios porque permite equilibrar sus cuentas", reconoce la misma fuente. En muchos casos esta vía está llegando al final y esto limitará la capacidad de actuación local. El Govern destaca que el 2003 los ingresos municipales presupuestados cayeron un 6,8% respecto el año anterior, a pesar del incremento de casi el 5% del IBI, del 7,9% del tributo sobre plusvalías y del 10,2% del impuesto sobre construcciones, que no fueron suficientes para paliar el bajón de las otras fuentes de ingresos. El resultado es que las inversiones reales de los municipios catalanes cayeron un 31,3% el 2003.
La tributación sobre la actividad inmobiliaria se está convirtiendo en una vía de escape para los pequeños municipios, que han quedado muy mermados de ingresos tras la última reforma del IAE. Hay un dato muy elocuente en este sentido: los ingresos por el impuesto sobre construcciones se incrementaron un 25% en los municipios de menos de 1.000 habitantes en Catalunya entre el 2002 y el 2003.