villa y corte/Alberto Delgado
Utopías y expropiaciones
Negocio Inmobiliario
Si alguien se toma la molestia de ir cuantificando promesas y propuestas – que acaban confundiéndose- nos saldríamos del presupuesto de todo el Estado español. Pero ya es sabido que de las promesas a la realidad hay un largo camino. Hay propuestas originales, utópicas, peligrosas y hasta de dudosa legalidad. Al candidato popular a la alcaldía de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se le ha ocurrido una idea para poblar de jóvenes inquilinos el centro. Para ello, propone convertir edificios antiguos o degradados en 31.500 viviendas en alquiler destinadas a los jóvenes (a los mayores que los aloje Rita la cantaora).
Hay que reconocer que el sistema propuesto es original. A los propietarios de casas antiguas se les ofrecen ayudas a la rehabilitación, para que conviertan un piso grande en varios pequeños. ¿Y si no quieren? Pues se les expropia, y a otra cosa. Pero no es tan sencillo. Si el propietario, que puede habitar su vivienda, prefiere un piso de 300 metros cuadrados a cuatro de 70, puede resistirse a la expropiación con todas las armas legales, que son suficientes para prolongar el tema una legislatura más.
La palabra "expropiación" no suena demasiado bien en un candidato de derechas, o de centro-derecha, como ustedes prefieran. Convencer a los propietarios puede resultar una tarea difícil, y más con promesas de ayudas que, en principio, no se sabe si es por parte o por la totalidad de la obra. Pero hay una fórmula para convencer a los afectados, y es predicar con el ejemplo. El señor Ruiz-Gallardón, que vive en el centro, aunque suponemos que en una casa no deteriorada, puede dividir su piso para destinar la superficie sobrante al realojo de familias chabolistas.