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Pretenden obtener autorización antes de aprobarse el PTI

Inversores extranjeros quieren construir un campo de golf en la playa de Son Bou

Carmen Arriola/Menorca

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Dos grupos inversores de capital italiano y escandinavo han intensificado los contactos con el Ayuntamiento de Alaior para poder construir un campo de golf junto a la playa de Son Bou, antes de que el Plan Territorial Insular (PTI) se apruebe definitivamente. Los grupos políticos apuestan por levantarlo en Ciudadela (Menorca).
Construir un campo de golf en la menorquina playa de Son Bou es la principal aspiración de un grupo de inversores italianos y escandinavos que pretenden obtener la autorización antes que se apruebe el PTI que regirá la ordenación territorial en la isla de Menorca.
Aunque la presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló, admitió el pasado verano ante los empresarios de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares que era partidaria de autorizar uno o dos campos de golf en la isla, finalmente se impuso la tesis de PSM y Esquerra de Menorca (EM-IU) de impedir esta posibilidad, prohibiendo a través del PTI la construcción de grandes instalaciones deportivas en suelo rústico. En la actualidad sólo funciona uno en la isla, el de Son Parc, que está concluyendo su ampliación a 18 hoyos para poder participar en el circuito internacional.
El grupo que se encuentra mejor situado para lograr su objetivo en Son Bou es la promotora Edivisa, que posee junto a la urbanización más de 500 hectáreas de terreno que adquirió al Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios en 1998. El PTI desclasifica la mayor parte de este suelo urbanizable, por lo que Edivisa tendrá que resignarse a compartir con la cadena Sol la ejecución de 900 plazas hoteleras, distribuidas en dos establecimientos, en una parcela situada sobre el acantilado.
A la empresa de la familia Escarrer se le impide construir, a través del Plan Territorial, en los dos solares situados en primera línea de mar junto al hotel Milanos-Pingüinos, constituido por dos torres de más de diez pisos que el Ayuntamiento de Alaior sueña con derribar. A cambio de perder la edificabilidad de sus 500 hectáreas de terreno, Edivisa ha iniciado gestiones para que se le autorice la construcción de este campo de golf en la zona, que no incorporaría nueva oferta residencial sino que daría servicio a los establecimientos de la urbanización.
La consejera de Ordenación del Territorio, María Lluisa Dubón, responsable de la redacción del PTI, ha asegurado que "en ningún momento se me ha planteado esta posibilidad". Pero ya viene siendo habitual que Barceló puentee su trabajo en cuestiones de gran calado.
El accionariado de Edivisa está integrado por la sociedad Halley Participacioni SRL con sede en Milán, el holding SDGA de Luxemburgo y la empresa Promoturist, participada por el mayorista italiano Alpitur y el grupo mallorquín Jumbo Tours, propietario del apartahotel Royal Club Son Bou.
Pero inversores escandinavos también han llamado a las puertas del Ayuntamiento de Alaior defendiendo su propio proyecto de campo de golf, que se ubicaría, en este caso, en los terrenos de la urbanización Llucalari que quedaron desclasificados en el año 2000.
La sociedad Pecarpa, que en su día adquirió 200 parcelas por 900.000 euros y es también propietaria de la zona destinada originalmente a un puerto deportivo y un campo de golf, quiere rescatar este último proyecto antes de que el PTI lo condene al fracaso.
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