ARAGON.- 10/01/2007 El Palacio de Congresos de Huesca dispara su presupuesto
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El edificio es una de las grandes apuestas del Consistorio oscense, aunque las modificaciones al alza en su presupuesto lo han convertido en toda una polémica municipal. No obstante, cuando esté terminado permitirá “completar” la oferta aragonesa de cara a la Exposición Internacional del año próximo.
El Palacio de Congresos de Huesca, un edificio multiusos en construcción que permitirá albergar grandes espectáculos y certámenes feriales, dispondrá de la mayor caja escénica de la Comunidad aragonesa para representaciones de teatro, ballet, ópera o circo. El arquitecto que dirige la obra es Rafael Beneytez y la adjudicataria es Inaco. La escénica del Palacio de Congresos, con una embocadura de catorce metros y una altura de 23, “tiene las medidas propias de un gran escenario”. Los trabajos comenzaron hace más de un año y su estructura ya es visible.
El Consistorio, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Aragón en la obra, prevé que el edificio esté terminado a mediados del año 2008, aunque la polémica se centra ahora en lo disparado de su coste. A pesar de que la obra fue adjudicada por 13,7 millones de euros, hoy por hoy ronda ya los 20 millones. El coste del equipamiento, conocido a finales del pasado mes de diciembre, ha superado las previsiones iniciales y la dirección de obra del edificio también ha incrementado sus necesidades de inversión en casi dos millones.
La estructura básica del edificio tiene dos salas. La principal, dotada de escenario y platea tiene capacidad para 800 espectadores. La polivalente tiene 1.400 metros y se prolonga en su fondo hasta un graderío exterior, aumentando su superficie en 600 metros cuadrados. Las obras comenzaron a principios de octubre y, con un plazo de 30 meses, discurren según el calendario previsto, según las autoridades municipales.
En la actualidad, los trabajos de construcción se centran ya en la planta sótano y se ha superado la cota cero. Los técnicos trabajan para acoplar en los cimientos la plataforma móvil, que permitirá que el escenario pueda colocarse en tres posiciones: con un foso de orquesta, con un escenario más amplio o con más butacas. Junto a un ingeniero acústico, los arquitectos estudian cómo variará la sala su volumen para diferentes aforos. El Ayuntamiento altoaragonés ha contratado la redacción del proyecto para implantar una red estructurada de voz y datos en el edificio.