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LOS NUEVOS REINOS DE MIDAS

Romero Hidalgo

Las constructoras y las inmobiliarias se han convertido en los nuevos blue chips del mercado, los valores más sólidos y capitalizados. Lideran operaciones corporativas de gran envergadura y han entrado al asalto en el sector energético. Este baile empresarial ha convertido a sus principales accionistas en los nuevos reyes de la Bolsa. Reinan en sus reinos de taifas como reyes Midas, convirtiendo en oro todo lo que tocan.

Sacyr Vallehermoso: el rey Midas. Se ha convertido (depende de los días) en líder del sector por valor en Bolsa. La voracidad de Del Rivero (Repsol, Eiffage, Europistas) ha disparado las expectativas y también los rumores de operaciones de hondo calado que le den el liderato definitivo. SyV ha subido un 150% en lo que va de año.

ACS-Dragados: ladrillos y kilowatios. Florentino Pérez hace tiempo que manda en el ladrillo y ahora pretende hacerlo en el kilovatio. Espera torcer la voluntad del Gobierno de no propiciar la integración de Unión Fenosa e Iberdrola. De momento, ACS ha tomado posiciones en las dos eléctricas de cara a la integración, que le convertiría en líder del mercado eléctrico.

Acciona: apuesta por Endesa. Ha irrumpido en la vorágine de las constructoras por entrar en las eléctricas con una apuesta arriesgada por Endesa. Algunos dicen que atiende a peticiones del Gobierno, en un intento de evitar que caiga en manos de E.On. En todo caso, él busca aliados para formar una minoría de bloqueo mientras se convierte en el rey de las energías alternativas.

Endesa: queda mucho partido. No está claro que empiece a cerrarse la trama más compleja de la historia empresarial española. La decisión de Pizarro de pedir el levantamiento de las medidas cautelares tiene trampa porque Endesa cotiza a 36 euros y E.On ofrece 35. Lo que sí está claro es que la cotización se ha doblado desde que Gas Natural lanzó su opa. Y eso es mérito de Pizarro

Iberdrola: entre Galán y Florentino. Hace ya tiempo que Ignacio Sánchez Galán dio por perdida la opa de Gas Natural que él no patrocinaba. Ahora, su objetivo inmediato es Scottish Power. Pero su verdadero objetivo es convertirse en presidente de la mayor multinacional energética española. Él quiere mandar y por eso Florentino Pérez no se fía de él, como tampoco se fiaba Oriol.

Repsol: una filial. De multinacional de referencia a filial de Sacyr. Es el camino de Repsol este año. La intención de Del Rivero es sumar un 29,9% e integrarla en su perímetro de consolidación. Bajo la batuta de Antoni Brufau ha mostrado un comportamiento mediocre, lastrada por su debilidad a la hora de hacerse valer en los gobiernos de los países donde está presente.

Unión Fenosa: otra filial. ACS controla el 35% y tiene firmada una opción de compra para hacerse con el 5% de Manuel Jové en el momento en que la ley se lo permita. Fenosa se ha convertido, por tanto, en una mera filial del holding constructor, industrial y de servicios que preside Florentino, a la espera de una hipotética fusión con Iberdrola que cada vez parece menos probable.

FCC: nosotros, a lo nuestro. El grupo que controla Esther Koplowitz no ha entrado en la carrera por dominar el mercado del kilowatio. Ellos, a lo suyo, han preferido acelerar su plan estratégico 2004-2008 con compras de empresas en países UE (Reino Unido y Austria) que pronto se trasladarán a la cuenta de resultados, con un fuerte incremento previsto.

Ferrovial: nosotros, también. También a lo suyo, el grupo que preside Rafael del Pino ha preferido apostar por el negocio de la gestión de aeropuerto con la opa sobre BAA. De esta manera añade una turbina más al motor de su negocio: servicios, autopistas y aeropuertos. Merril Lynch ha incluido a Ferrovial en su lista de valores favoritos Europe 1, con un precio objetivo de 80 euros.

OHL: Villar Mir manda más. El dueño de OHL protagoniza estos días una pantomima al lanzar una opa a la que le obliga la ley por un precio muy inferior al de mercado. Es sólo una excusa para que Villar Mir pueda oficializar su control absoluto. OHL se aleja de las cinco grandes aunque, a su ritmo, sigue dando pasos. Lo último ha sido entrar en el mercado del agua de China y la India.

Metrovacesa: guerra de familias. La batalla que libraron Rivero- Soler y los Sanahuja por el control de la inmobiliaria dista mucho de ser el final de la guerra. Cuando la ley lo permita (tienen que pasar seis meses desde el final de la última opa) volverán a las andadas. Mientras, el valor está atrapado en Bolsa y la acción, disparada. Su revalorización se aproxima al 150%.

Inmocaral: el sueño de Portillo. Es, después de Urbas, el valor que más se ha revalorizado este año: cerca de un 400%. La compra de Colonial ha sido acogida por el mercado con gran alborozo. Ahora, el objetivo inmediato de Luis Manuel Portillo es que Inmocaral entre en el Ibex. A partir de ahí, seguir creciendo con nuevas compras en los mercados de Este.

Colonial: cuenta nueva. La otrora inmobiliaria controlada por La Caixa es ya una mera filial de Inmocaral. Su integración alumbra la segunda inmobiliaria española, a gran distancia de Metrovacesa. Colonial aporta a Inmocaral su división francesa y algunos de los mejores inmuebles en Madrid y Barcelona. Y también, seguramente, el nombre. El resto es historia.

Riofisa: Rosalía toma posiciones. La inmobiliaria especializada en parques comerciales y empresariales controlado por la familia Losantos aún no ha movido ficha, pero el mercado especula con algún movimiento. Lo que más interés despierta en la presencia en su accionariado (5%) de Rosalía de Mera, ex de Amancio Ortega y –junto con Esther Koplowitz- la mujer más rica
de España.

Urbis: el trampolín de Reyal. Rafael Santamaría ha conseguido llevarse el gato de Urbis al agua. A cambio, ha tenido que pagar el precio que pidió Ana Patricia Botín. Ahora, con la fusión con Reyal, Santamaría se dispone a liderar el tercer grupo inmobiliario. No hay que olvidar que, además, controla el 6,8% de Inmocaral, lo que deja la puerta abierta a nuevas integraciones.

Renta Corporación: no mueve ficha. Ha quedado rezagada en el juego de movimientos corporativos desatado en el sector inmobiliario. Su extrema especialización –compra de edificios para su rehabilitación- y su control accionarial por el equipo directivo le ha distanciado de la corriente. Y da la respuesta a un mediocre comportamiento en Bolsa en un año de efervescencia.

Parquesol: en manos de San José. La familia Fernández Fermoselle fue la penúltima en sucumbir al juego de opas. Vendió su 50,77% al grupo constructor San José, que lidera Jacinto Rey, en una operación que le ha reportado cerca de 500 millones de euros. A Rey, la operación le sirve para consolidarse en el sector como dueño de la octava inmobiliaria y para dar el salto a la Bolsa.

Urbas: intenta ser grande. Controlada por el ex alcalde de Guadalajara Javier Irizar, ha protagonizado hasta tres movimientos corporativos durante este año: dos ampliaciones de capital y la fusión con Guadahermosa y Costa del Rey, que da hechura a la cuenta de resultados y dispara su cotización en Bolsa: acumula una revalorización del 400%.
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