Rafael G. Parra
Un juicio y dos bodas
Jaime de Marichalar, duque de Lugo, fue el único representante de la Familia Real que asistió a la boda del hijo de
Javier de la Rosa con la hija de los condes de Luna,
Mencía Roca de Togores, en Sevilla.
Javier de la Rosa no pudo asistir a la ceremonia por estar cumpliendo en la cárcel de Figueres (Girona) la condena de 8 años, que al financiero le ha sido impuesta por los dos juicios anteriores del caso KIO.
Los ex socios del ex representante en España de la multinacional kuwiatí también brillaron por su ausencia. Alguno como Prado y Colón de Carvajal también está cumpliendo condena. Los únicos que se atrevieron a hacer acto de presencia fueron Juan Abelló y su esposa Ana Gamazo, así como el presidente del Barça, Joan Laporta.
El financiero Javier de la Rosa había pedido este verano a la Sala Segunda del Tribunal Supremo que le aplicara la "nueva doctrina constitucional sobre la prescripción de los delitos económicos". El ex máximo responsable del Grupo Torras en España espera, al igual que los Albertos, que se anule su condena por el 'caso ‘Icsa-Inpacsa’, con el que le cayeron tres años de cárcel , que se sumaron a los cinco que se le impusieron por 'Wardbase', ambos parte del caso KIO.
Ahora, Javier de la Rosa se enfrenta a una nueva petición fiscal de 14 años por otra parte del “caso KIO”, la llamada "Operación Pincinco", donde se le juzga por una presunta desviación de 300 millones de dólares, que según De la Rosa simplemente "pasaron" por España para recalar donde le dijeron sus jefes de KIO.
Lo curioso del caso es que Javier de la Rosa ha comparecido ante el tribunal que le juzga en la Audiencia Nacional -presidido por el mismo magistrado, Javier Gómez Bermúdez, que absolvió a Emilio Botín por las indemnizaciones millonarias de Amusátegui y Corcóstegui-, acompañado de su hija Gabriela de la Rosa, que se va a casar dentro de poco con Juan Gómez Acebo, sobrino del Rey Juan Carlos. Un nuevo problema de protocolo para la Casa Real.
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