Comienza la remodelación de la manzana de la plaza de toros

El pasado 9 de agosto, la plaza de toros de Vitoria acogía su último festejo antes de ser demolida para dar paso a un coso más moderno y polivalente. Aunque todavía no se sabe con certeza cuándo llegará el momento de la demolición, lo cierto es que las obras del ambicioso proyecto de reforma integral de la manzana que la rodea ya han comenzado.

Hace pocas semanas se clausuraba el aparcamiento gratuito en superficie de 540 plazas, que daba servicio a los vecinos de la zona y a las personas que llegaban a trabajar al centro en coche desde que fue construído en 1998. El tiempo apremia ya que para la próxima feria, en agosto de 2006 el nuevo coso deberá estar operativo, y por ello los trabajos previos han comenzado en plenas vacaciones. Se ha aprovechado para desviar una tubería próxima al puente de Las Trianas y edificar un muro de contención que garantice la estabilidad de este paso. En breve está previsto que comience la excavación del nuevo estacionamiento subterráneo y de pago que tendrá cabida para 700 vehículos.

El comienzo de las obras ha traído consigo una segunda consecuencia, ya que en el viejo aparcamiento se celebraba desde el año 2000 el mercado agrícola semanal, que ahora ocupa provisionalmente la plaza de Simón Bolivar, y que en un futuro se celebrará en el exterior de la plaza de Abastos.

Así han comenzado las obras de uno de los proyectos más ambiciosos desde que gobierna la ciudad el popular Alfonso Alonso, y también uno de los más polémicos. En las últimas fechas, ha tenido que superar dos contratiempos que generaban las críticas de la oposición en pleno.

Primero fue la alianza por sorpresa entre FCC, la adjudicataria de la obra, y la constructora local Urco Urbasa, que también se presentó al concurso. Juntas deciden acometer el proyecto ante la desconfianza de las fuerzas políticas dado que la alianza no estaba contemplada en el documento inicial. Después, la inclusión en el proyecto de apartamentos tutelados, algo que tampoco se incluía en el primer documento. Estos han sido los dos últimos escollos que el proyecto ha tenido que superar, sin contar que el PSE ha exigido que se firme un compromiso por parte de la constructora con el fin de limitar el precio de las viviendas que se van a construir, para respaldar la operación al finalizar el curso político.consenso sobre esta norma tan importante para la sociedad vasca".