Ancianos

El aumento de la expectativa de vida ha hecho que el porcentaje de mayores de 65 años constituya un importante núcleo de población en Madrid. Muchos de estos ancianos se van quedando solos, y necesitan de atenciones médicas y sociales. Las residencias de tercera edad aumentan, pero no son suficientes, especialmente las de carácter público. Las privadas son inasequibles para un gran sector de la población. Los precios en las primeras alcanzan de media 1.200 euros al mes para las personas no dependientes, y cien o doscientos euros más para las dependientes, cifras que superan, en muchos casos, la pensión que estos ancianos perciben por su jubilación. Necesitan aportes complementarios que obtienen de sus ahorros o de la ayuda de familiares. Las privadas ofrecen mejores servicios, pero a precios de hotel de lujo.

Las personas mayores suelen preferir sus casas, pero las enfermedades les llevan a precisar cuidados que requieren la presencia de servicios sociales, bien a cargo de la Administración o de la iniciativa privada. Esto supone crear puestos de trabajo específicos, y como la demanda irá en aumento, puede ser una fuente de empleo. El problema es que, hoy por hoy, estos servicios son insuficientes o inasequibles económicamente para los afectados. El tema debe analizarse en profundidad, porque la situación se agrava con el tiempo. Mantener y, si es posible, mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, es un objetivo necesario, aunque lleno de dificultades.

La solución pasa por una acción coordinada entre la Administración y la sociedad, que no olvide ninguno de los campos afectados.