Gema Fernandez
Vivir como un 'hobbit'

Seres pequeños que vivían en casas practicadas en el suelo adecuadas a su escaso tamaño. Esa es la descripción de los famosos hobbits que internacionalizó Tolkien, personajes en los que quizá pensaba la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, cuando anunció su intención de crear ‘minipisos’ de menos de 30 metros cuadrados para los jóvenes españoles.
El argumento en el que se sustenta esta idea es su intención de paliar el problema de la vivienda que aqueja a nuestro país, pero la gran mayoría de los ciudadanos, expertos o no, con más o menos edad, no está de acuerdo con esta ‘solución’.
Cierto es que muchos españoles viven ya en pisos de reducidas dimensiones, pero la mayoría de ellos lo hace de forma eventual y son muchos los ayuntamientos que hablan de ‘infraviviendas’ para referirse a esta tipología de hogares.
La idea lanzada por la ministra levanta aún más polémica porque Trujillo ha hablado de “servicios comunes” fuera de las casas. Si ya es difícil compartir vivienda con parejas y familiares, imagínense compartir el baño o la lavandería con desconocidos. Olvidando los posibles problemas escatológicos (que son muchos), es posible encontrarse un día con que tu camisa favorita ya no es azul, sino gris, o que el jersey que acabas de estrenar es dos tallas más pequeño...
Vivir en un piso pequeño no supone un problema para una pareja joven que acaba de empezar a convivir y no se plantea formar familia, como tampoco debería serlo para alguien que vive solo; eso sí, siempre como algo pasajero, como el primer paso para alcanzar la independencia del hogar paterno. Otras condiciones que debería reunir esta ‘minicasa’ para ser habitable es contar con baño y cocina propios y, por supuesto, comercializarse en régimen de alquiler barato, muy, muy barato, acorde con su diminuto tamaño.
Nosotros no somos hobbits, y tampoco vivimos los cien años que estos pequeños seres pueden alcanzar. La mayoría nos hipotecamos a 25 años, como poco, pero ya se habla de la posibilidad de hipotecarse hasta 80 años y que este préstamo sea la mejor ‘herencia’ para nuestros hijos... Habrá que madurar esta idea contando con muchos, muchos matices.