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Hay en marcha obras para la instalación de 1.500 Mw que se sumarán a los 8.000 Mw operativos

El sector eólico reclama la atención de autoridades e investigadores

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La potencia eólica instalada en España se situó a final de 2004 en los 8.000 megawatios de potencia, lo que cubrió el 6% de la demanda eléctrica española. Además, los 30.000 puestos de trabajo generados por esta industria, lo convierten en un sector de peso a nivel nacional. Los diversos productores de esta energía mantienen fuertes divergencias en cuanto al marco regulador y al desarrollo futuro de esta industria. Mientras, la investigación avanza.
Pablo Sola
Madrid

La energía eólica crece tan rápido que el sector debe ir acomodándose sobre la marcha, y no parece un proceso fácil, a juzgar por la diversidad de opiniones que se pudieron escuchar en Vento Meeting 2005 sobre un sector que el pasado año acabó con aproximadamente 8.000 megawatios (Mw) instalados en nuestro país y que reclama la atención de autoridades e investigadores.

Inestabilidad en la red.- Desde Red Eléctrica Española (REE) señalan que la energía eólica genera inestabilidad en la red. “La oferta de electricidad se debe acomodar a la demanda, porque la energía no se puede acumular”, comenta Alberto Carbajo, director general de operaciones de REE. “Es una fuente de energía que se adapta mal a las variaciones de consumo diarias
-por la noche cae mucho- y, además, existe incertidumbre sobre si habrá o no viento”, añade.

Por esta razón, el Real Decreto 436/2004, que entró en vigor el pasado año, incluye la obligación de que las productoras de energía procedente del viento programen la energía que van a producir con horas de antelación. ¿Cómo?, se preguntan muchos. “El viento, al igual que la lluvia, no es previsible”, dice José María González Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).

Por ello, dicha obligación de predicción ha tenido que aplazarse y no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2006. “La predictibilidad se ha tenido que retrasar y el Gobierno actual ya ha dicho que no se trata del mejor marco para el desarrollo de la energía eólica”, añade Vélez.

Sin embargo, en la Plataforma Empresarial Eólica (PEE) piensan todo lo contrario y afirman que el decreto ha creado el mejor marco de regulación que hay en el mundo para el fomento de las renovables. “Ofrece la posibilidad de que la eólica entre en el mercado de la electricidad, lo que garantiza el crecimiento de la generación eólica”, dice Ramón Fiestas, secretario general de la PEE.

Así es, el nuevo decreto abre la posibilidad a las productoras de energía eólica de que puedan ofertar su energía en el mercado eléctrico, en lugar de aferrarse al sistema de tarifa fija que sigue existiendo. De hecho, empresas como Iberdrola, EHN o Cesa, entre otras, ya han acudido al mercado. “Los precios de mercado son siempre mejores que la tarifa fija, pero nos obligan a predecir qué cantidad de energía vamos a ofertar, por lo que debemos invertir en herramientas de predicción”, explican desde PEE.

Estas herramientas, son complejos modelos matemáticos que mezclan datos atmosféricos con datos históricos de producción de los parques, curvas de potencia e incluso mapas orográficos del emplazamiento y que están en desarrollo. “Hay que invertir en estos sistemas como proyección de futuro del sector”, aseguran fuentes de la PEE.

Los pequeños perjudicados.- Sin embargo, desde APPA creen que debe ser REE quien se haga cargo de esa predicción, a base de datos que le proporcionen los operadores y de la conexión a tiempo real de los parques. “El Decreto 436 nos obliga a ir al mercado. La característica fundamental del régimen especial, frente al régimen ordinario, es que el especial puede verter toda la energía que produzca a la red sin necesidad de realizar ofertas al mercado. ¿A quién beneficia la nueva situación? A quien tiene generación energética por otras fuentes y puede acertar en sus predicciones. Pero el productor independiente al que representa APPA y que no tiene esa posibilidad es el que paga las consecuencias”, comenta Vélez.
“No hay que olvidar que los socios de referencia de PEE son Iberdrola y Gamesa, uno puede compensar la energía con otras fuentes y, el otro, mientras más megawatios se pongan en el Plan de Fomento, más parques podrá vender”, añaden desde APPA en relación a la solicitud de PEE de aumentar el objetivo del Plan de Fomento de las Energías Renovables de 13.000 Mw a 23.000 Mw en 2011.

Estas dos asociaciones ni siquiera coinciden en el incremento de la potencia instalada que se ha producido en España en 2004. Mientras PEE afirma que ha crecido un 28%, hasta los 7.953 Mw, en APPA aseguran que ya hay instalados 8.263,2 Mw, un 33,21% más. En lo que sí coinciden es en que la generación eólica española permitió cubrir el 6% de la demanda eléctrica nacional el año pasado, un porcentaje que supera el que se alcanzó en 2003, de 5,3%. En la actualidad hay en marcha obras para la instalación de 1.500 nuevos megawatios.

Acumular energía.- También desde las comunidades autónomas reclaman la atención de la I+D. Así, José Marco, director de la Agencia de Gestión de la Energía de Castilla-La Mancha, ha indicado que en esa región existen varios proyectos de investigación, como el aerogenerador off shore instalado en Barrax, o el desarrollo de la pila de combustible como sistema de almacenamiento energético que haga la generación de energía más rentable.

El pasado ejercicio fue especialmente bueno para Castilla-La Mancha, ya que se instalaron en la región 605 Mw nuevos, hasta alcanzar un total de 1.562,5 Mw, situándose como la segunda comunidad autónoma por generación de energía eólica del país tras Galicia, que cuenta ya con 1.914 Mw, tras instalar 335 Mw adicionales en 2004. “Lo hemos hecho colocando aerogeneradores de última generación de 1,5 kilowatios (Kw) y 2 Kw, que incrementan la potencia instalada pero con menos máquinas”, añade Marcos.

También Castilla y León realizó el año pasado un importante esfuerzo. Se instalaron 611 nuevos Mw, llegando a los 1.535 en total y superando a Aragón, que cerró 2004 con 1.163 Mw instalados, frente a los 995 de 2003. Navarra mantiene la quinta posición, con un incremento de 132 Mw en 2004, hasta los 849 Mw instalados, seguida de La Rioja, con 348 Mw, 76 más que el año anterior.

Andalucía aumentó su ritmo de instalación con 113 Mw, lo que completa un total de 346 Mw, mientras que Asturias incrementó su potencia instalada en 23 Mw, hasta 144 Mw; Canarias en 7 Mw, hasta 135; y Cataluña en 8 Mw, hasta 94 Mw. El País Vasco mantuvo sus 85 megawatios; Murcia pasó de 32 Mw a 54 megawatios; Baleares puso en marcha su primer parque eólico de 3,66 megawatios; y la Comunidad Valenciana se quedó con los 20 megawatios de 2003.

Un mercado con futuro.- Salvador Cucó, responsable del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, ha remarcado que, a pesar de la escasa energía instalada en su región, no han dado de lado a esta renovable, y tienen un plan que prevé la instalación de 2,338,45 megawatios en un total de 67 parques eólicos durante los próximos años. “Esto supondrá una inversión de 1.875 millones de euros, con todos lo beneficios económicos que suponen para la región”, señala Cucó. “Hay que destacar que, en concepto de impuestos, IBI, IAE y otros, los ayuntamientos recaudan bastante dinero de los parques eólicos”, añade el representante valenciano.
“Lo más importante es la generación de empleos en la zona”, dice Juan Caamaño, del Instituto Energético Gallego. Según PEE el sector da trabajo a 30.000 personas y, si se cumplen las previsiones, la cifra será de 60.000 en 2011. Desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), José Antonio Sánchez Quintanilla, secretario general, ha querido apoyar al sector remarcando la gran dimensión industrial y el alto nivel tecnológico de las empresas españolas.
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