Anefa advierte del riesgo de cerrar las canteras de Güimar
La construcción podría pararse en Tenerife por desabastecimiento
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El Ayuntamiento de Güimar ha anunciado que cerrará de manera definitiva las canteras del Barranco, lo que traerá, a juicio de los representantes del sector extractor de áridos, graves consecuencias sociales y económicas para la Isla de Tenerife, donde se consumen 8 millones de toneladas de áridos al año.
Daniel Vázquez
Santa Cruz
La decisión de cerrar las canteras de áridos del Barranco de Güimar, que fue anunciada hace unos meses por el Ayuntamiento de esta localidad tinerfeña, ha despertado las críticas de los representantes del sector extractivo. Según se detalla en el informe que ha difundido la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Aridos (Anefa), a través de su agrupación provincial, AFA, esta decisión “resulta, cuanto menos, sorprendente y realmente preocupante para los intereses de la Isla”.
El consumo de áridos en Tenerife es del orden de 8 millones de toneladas al año, de los que la mayor parte son producidos en las canteras del Barranco de Güimar, donde el material es, además, de una alta calidad. El principal problema es, en palabras de los representantes de Anefa, que “el cierre de las canteras afectará a la producción de un material necesario e insustituible para la construcción, que es uno de los sectores estratégicos de la Isla, por lo que se tendrían que preparar costosas infraestructuras y se incrementaría sustancialmente el coste de los áridos, lo que repercutiría sobre el coste total de la actividad constructora”, aseguran.
El informe advierte, además, de una serie de consecuencias sociales y económicas que califica como “graves”, como la situación en la que se encontrarían los 1.000 empleados de las canteras, en su mayoría vecinos de Güimar, que se verían abocados al paro o la paralización de la construcción en Tenerife, como consecuencia de la falta de áridos, durante un periodo de dos o tres días, lo que afectaría a unos 35.000 trabajadores y tendría importantes efectos sobre el coste y desarrollo de las obras.