Bernardo Martín
"Hay que industrializar el sector y dotarlo de factores medioambientales y tecnológicos"
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Bernardo Martín, andaluz de 41 años y presidente de Somersen, fundó la empresa en 1998 con vocación de industrializar el sector, aumentar el respeto al medio ambiente, incluir un fuerte factor tecnológico en las viviendas y lograr la transparencia en el negocio inmobiliario. La empresa cuenta con un plan estratégico a cinco años que ya ha comenzado a dar sus frutos. Así, cerró el ejercicio 2003 con una facturación de 55 millones, lo que supuso triplicar los ingresos de 2002. Ahora afronta el inicio de un proyecto a nivel nacional que ha comenzado con el traslado de su sede central desde Andalucía a Madrid.
Pablo Sola
- ¿Cómo ve el sector inmobiliario español?
- Creo que es un sector en el que existen grandes compañías que tienen un poder económico importante, pero cuyas estructuras empresariales han ido evolucionando a una velocidad distinta en comparación con otros mercados. Hay que industrializar el sector, lo que no significa que haya que hacer casas como churros, sino todo lo contrario. Hay que mejorar continuamente los procesos, desde que se estudia el suelo hasta que se entrega la vivienda. Además, las empresas del siglo XXI no pueden trabajar sin tener en cuenta los aspectos medioambientales, desde la implantación de energías renovables hasta el estudio de la flora. Como tercer aspecto, hay que resaltar el componente tecnológico, en Somersen no contemplamos la posibilidad de entregar una vivienda sin un sistema domótico.
- ¿Cuál ha sido la trayectoria de la compañía que preside?
- Somersen nació en 1998 como un proyecto regional andaluz, pero con vocación de lograr transparencia e industrialización en el sector. Gracias a la gran aceptación de la demanda, hoy ya es una empresa de ámbito nacional, e incluso internacional, a nivel de comercialización de viviendas. Nuestro elemento diferenciador es el diseño y los altos niveles de calidad de las viviendas. Si realizamos una urbanización de 400 viviendas, ésta se divide en doce o trece manzanas y cada una cuenta con un diseño diferente y acorde con el entorno, algo que hace mucho más agradable a una persona la llegada a su hogar.
- ¿De qué manera cuidan el entorno medioambiental de sus promociones?
- Estudiamos el entorno y adaptamos la promoción, de hecho, en los proyectos que lo permiten, como en zonas metropolitanas con perspectivas de crecimiento, no se aprovecha toda la edificabilidad, bajamos la volumetría e incluimos amplias áreas verdes, con el fin de cumplir la filosofía de la empresa. En cascos urbanos más consolidados hay menos posibilidades al respecto. Quizá donde hay más variedad de soluciones es los productos de segunda residencia, ahora que la tendencia es alejarse de la costa e ir hacia el interior.
- ¿En qué parte del extranjero comercializan sus promociones?
- Tenemos una oficina en Londres desde donde atendemos a clientes de todo el Reino Unido. En realidad, algunas de nuestras promociones de segunda residencia se ponen a la venta en el extranjero en su totalidad.
- ¿Cómo se ve la construcción española en el extranjero?
- El desarrollo de las estructuras empresariales inmobiliarias europeas ha sido muy superior al español, por lo que los niveles de exigencia de un comprador extranjero superan a los que se ofrecen en España. Un británico, noruego o alemán que se compra su segunda residencia en nuestro país para pasar largas temporadas se encuentra con unos niveles de calidad mínimos y esto hace que, muchas veces, no estén contentos con su compra.
- ¿Tienen plan de expansión?
- Hemos aterrizado en Madrid muy recientemente instalando la sede central de la compañía para lanzar nuestro proyecto nacional fijado en nuestro plan estratégico 2004-2009. Tenemos promociones en Andalucía y estamos desarrollando un PERI en la calle Orense de Madrid que se compone de cinco edificios y que ha supuesto una inversión inicial de unos 100 millones de euros. El siguiente paso es comenzar a desarrollar promociones en Castilla-La Mancha, donde tenemos varios proyectos en estudio.
- ¿Sopesan la compra-venta de suelo como forma de negocio?
- Somersen no está en el sector inmobiliario para especular, sino que tiene una vocación clara de hacer empresa con carácter de permanencia y durabilidad. Otra cosa es que, por el gran volumen de algunos desarrollos, la empresa considere interesante tener socios de viaje. Si se trata de 2.000 viviendas que están divididas en cuatro planes parciales, por ejemplo, podemos llegar a considerar necesario realizar el proyecto con otra u otras compañías.
- ¿Qué le parece el Plan de Choque del Ministerio de Vivienda?
- El problema de la vivienda no se soluciona diciendo que se van a construir 180.000 unidades, sino atacando directamente a la raíz, que es la revisión de la financiación de los entes locales y la creación de un nuevo modelo de vivienda protegida, dirigida al grueso de la población de clase media.
En España existe un fuerte componente de financiación de administraciones locales a través del suelo que habría que revisar en profundidad. Por otro lado, la ley de vivienda de protección oficial está obsoleta, pues sacar pisos sociales enfocados a un colectivo con recursos bajos estaba bien para los años 40, cuando esta población era abundante en nuestro país, pero hoy en día la clase media impera en nuestra población.
- ¿Tienen previsto entrar en el mercado de alquiler?
- Dentro del plan estratégico 2004-2009 está previsto generar patrimonio, para equilibrar las cuentas, por lo que la idea es que en 2009 una parte de lo que desarrollemos esté en alquiler.
Pero no hay que olvidar el sentido de la propiedad que tenemos en España. En Somersen estamos negociando con distintas entidades financieras para conseguir que los clientes paguen, a precios de alquiler y con una pequeña entrada, una vivienda a 30 años, periodo tras el cual podrían lograr su propiedad.
- ¿Cómo puede afectar el nuevo periodo que vive el sector?
- Desde que estoy en el negocio inmobiliario he escuchado lo de la famosa ‘burbuja’, pero las empresas que tengan estructurado un sistema de costes no se van a ver afectadas por esta nueva etapa en la que esperamos que los precios no suban como hasta ahora. Nosotros prevenimos que el incremento de precios para 2004 estará en torno al 8% ó el 9%.