Gema Fernández
En compás de espera

La incertidumbre que estos días se pasea por el sector inmobiliario, a causa de los ‘globos sonda’ lanzados por la nueva ministra de Vivienda y que no acaban de materializarse en un plan concreto, algo de lo que se quejan, y con razón, los promotores y profesionales de este sector, había provocado un cierto frenazo en el deseo de compra de muchos demandantes de vivienda.
Sin embargo, el éxito patente en las cifras de ‘curiosos’, cuando menos, que se han acercado al Salón Inmobiliario de Madrid confirman la idea de los promotores de que la demanda sigue existiendo, sólo está en ‘compás de espera’.
El Banco de España ha alertado sobre el endeudamiento de los hogares españoles, la mayoría de ellos con una hipoteca a sus espaldas, pero es que nuestro país es así, tenemos un instinto de posesión que nos hace apostar por la compra de un piso, algo material en lo que fijar nuestro ahorro y de lo que podamos echar mano cuando lleguen las ‘vacas flacas’.
Mucho se ha hablado estos días de los incentivos fiscales a la compra de vivienda, algo que, a juicio de muchos, del Gobierno entre ellos, es una de las principales causas de este ‘boom’ inmobiliario de los últimos años. Y quizá sea así, pero también es cierto que, independientemente de esa condición poseedora del español de la que hablábamos antes, existen incentivos fiscales para invertir en otros productos, como fondos o la misma Bolsa, y no atraen tanto al inversor. Además, el alquiler se ha incentivado durante años y, sin embargo, la tendencia de este mercado lleva a la baja desde prácticamente la Transición.
Según José Luis Marcos, consejero delegado de Roan, existiría un 15% del porcentaje total de los compradores de vivienda de los últimos años que ha adquirido sus inmuebles con el afán de rentabilizarlos. Se trata de una cifra nada desdeñable, pero hay que puntualizar, como hace Marcos, que muchas de esas ‘casas en inversión’ no saldrán al mercado porque se quedarán para los hijos o se alquilarán. Así pues, los que quieren hacer negocio no son tantos y, con la anunciada subida de tipos, serán menos aún.