El PGOU de Sevilla proyecta un barrio de 2.133 viviendas en el Buenaire

José León García.

Sevilla

Uno de los proyectos de mayor envergadura del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, que será sometido a aprobación en un pleno extraordinario el próximo día 14, consistirá en la construcción de un extensa zona residencial, con cabida para 6.420 habitantes -la población de municipios sevillanos como Gelves o Valencina de la Concepción-, que se levantará sobre los suelos rústicos de la antigua Hacienda del Buenaire, situada al norte de Sevilla, junto a la Gota de Leche.

En el nuevo PGOU, que ha necesitado cuatro años para su redacción, se describe en detalle todo un nuevo área urbana que pretende transformar de plano la entrada a la capital hispalense por Madrid. La ordenación de Sevilla que surgirá en esos terrenos ha sido concebida como una gran zona de expansión, donde irán 2.133 viviendas, que dispondrán de todo tipo de dotaciones comerciales, varios colegios, equipamientos deportivos y sociales y una red propia de comunicaciones. Además, contará con nuevos viarios, conexiones con los grandes ejes de tráfico metropolitano e incluso un apeadero de cercanías de Renfe.

Con los propietarios del Buenaire se ha firmado un convenio de recalificación urbanística que se hará realidad en cuanto el plan sea aprobado definitivamente. Este concierto urbanístico incluye la obligación de pagar al Consistorio algo más de 13 millones de euros, al objeto de financiar toda la reforma urbanística de este espacio, lo que permitirá, además, que la ejecución del proyecto pueda agilizarse lo más posible.

Una zona estratégica.- La estratégica ubicación de los terrenos alcanza para valorar el impacto que tendrá esta operación en la ciudad: se trata de 940.573 metros cuadrados situados en el noreste de Sevilla, entre la ronda SE-30, la Nacional IV y la ronda SuperNorte, construida en el año 1992. Una zona que permanecía aislada en medio de todas estas infraestructuras viarias, las ferroviarias y el muro de defensa que discurre en paralelo a la ronda SE-020.

El nuevo Plan General asigna a los terrenos, hasta ahora rústicos, la calificación de suelos urbanizables ordenados, lo que implica que se incorporarán a la ciudad mediante el desarrollo de los dos proyectos mencionados: uno, de corte residencial, y otro, terciario (comercial y oficinas). La operación se completa con usos industriales, e incluye los equipamientos necesarios para atender a la población que vendrá a vivir a esta parte de Sevilla.

El Consistorio ha distribuido los dos usos predominantes, residencial y dotacional, en función del factor acústico que representa la cercanía del aeropuerto de San Pablo, cuya actividad impide situar las nuevas viviendas en el sector norte de Buenaire.

La ordenación urbanística elegida para el futuro barrio parte de un bulevar central a partir del cual se distribuyen las diferentes actividades. La zona queda unida al resto de la ciudad mediante dos vías de nueva configuración. La conjugación de los usos residenciales y los terciarios debe favorecer los desplazamientos peatonales en el interior del barrio. Con todo, los autores han configurado un centro de negocios y ocio con capacidad para los vecinos y residentes de otras zonas.