villa y corte/ Alberto Delgado
Una boda rentable
No faltan voces críticas a los gastos que va a representar para el erario público, es decir, para todos los españoles, la boda del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz. Hay gastos, los referentes a la seguridad de los contrayentes y lo invitados, que están ampliamente justificados por la amenaza terrorista siempre latente. Otros, corresponden al Estado y al Ayuntamiento de la capital. o faltan voces críticas a los gastos que va a representar para el erario público, es decir, para todos los españoles, la boda del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz. Hay gastos, los referentes a la seguridad de los contrayentes y lo invitados, que están ampliamente justificados por la amenaza terrorista siempre latente. Otros, corresponden al Estado y al Ayuntamiento de la capital.
Sobre este último tampoco faltan críticas de la oposición. Por ejemplo, se considera desproporcionado el desembolso de más de dos millones de euros en la iluminación de los edificios emblemáticos de la ciudad.
Pero, a poco que se miren las cosas con objetividad, no cabe duda de que, connotaciones políticas aparte, la denominada “Boda Real” va a ser rentable para Madrid.
Lo está siendo ya para las casas de moda, ante la demanda de vestuario para este acontecimiento. Y para los hoteles de la capital, con las reservas a tope. Y lo será para el comercio en general, para las agencias de viaje, para restaurantes y centros de ocio, para el turismo, y, sobre todo, para la potenciación de la imagen de Madrid en el exterior, cuyos efectos se proyectarán en el tiempo, y pueden contribuir a la candidatura para los Juegos Olímpicos de 2012.
El Ayuntamiento tiene la oportunidad de dar a conocer, no sólo la realidad actual, sino también los proyectos de futuro de la ciudad, si sabe aprovechar la presencia de unos visitantes de excepción, con un efecto multiplicador a través de los medios de comunicación de todo el mundo, lo que representa una campaña de imagen que hubiera sido inviable por costosa si no fuera por este acontecimiento.
Madrid va a gozar, con motivo de la boda, de una gran oportunidad para que muchos potenciales turistas profundicen en el conocimiento de una oferta rica y variada. Es una oportunidad que no debe desaprovecharse, y en la que debemos colaborar todos los madrileños, en una ciudad abierta y acogedora como pocas, que puede ser una gran beneficiada de este enlace.