El proyecto se empezó a desarrollar hace trece años
Concluyen las obras del
edificio de la antigua estación del Norte, en Zaragoza
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El edificio de la antigua estación del Norte podrá ser inaugurado en los próximos meses, una vez se haya instalado el mobiliario urbano. Las obras de rehabilitación han concluido doce años después de que se empezaran a proyectar y dos años y medio después de que comenzaran los trabajos, que han costado 2,80 millones.
María Gil.
Zaragoza
Ya han finalizado las obras de la estación del Norte, en las que el Ayuntamiento de la capital aragonesa ha invertido un total de 2,80 millones de euros, casi medio millón más de lo que estaba previsto en un principio. Los trabajos se han financiado a partes iguales por el Consistorio zaragozano y el Ministerio de Fomento. Actualmente, sólo queda amueblar el edificio de acuerdo a los usos elegidos para que pueda ser inaugurado. El proyecto ha consistido en el vaciado total de las dos plantas y la renovación tanto del interior como del exterior.
En el nuevo inmueble se instalarán un centro de mayores, un salón polivalente y la junta de distrito. Lo que aún no está determinado es el destino del entorno de la antigua terminal, para lo que se está preparando un plan integral. Hasta el momento se ha decidido únicamente acondicionar el solar que rodea el edificio, que actualmente es un barrizal.
Además de mejorar el firme, está previsto que se instalen bancos, maceteros, papeleras, fuentes y algún juego infantil. Según ha explicado el concejal de Equipamientos, Agustín Martín, “se va a mejorar para uso público y peatonal y se creará una zona de recreo de forma provisional, mientras se hace el proyecto definitivo”.
Las obras de rehabilitación de la estación del Norte comenzaron en diciembre de 2001, pero ya en el año 1991 se había empezado a hablar de la rehabilitación y se trabajaba en ella. Seis años después, se redactó el proyecto definitivo para transformar el viejo edificio abandonado, y en 1998 se firmó un acuerdo con el Ministerio de Fomento para acometer la actuación.
Una vez adjudicados los trabajos, en 2001, pudieron comenzar las obras, aunque se ha tenido que hacer frente a varios escollos que, además de encarecer el coste del proyecto más de un 19%, lo han retrasado considerablemente.
También se tuvo que modificar el diseño original y mejorar los materiales previstos, lo que, unido al conflicto originado sobre los usos definitivos del inmueble, dio lugar a nuevos retrasos. Una de estas discrepancias, que aún no está resuelta, hace referencia a la construcción de una ludoteca, para la que no se ha reservado ningún espacio, que es una de las instalaciones más demandadas por los vecinos del barrio.