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32 salas de proyección podrán convertirse en tiendas de moda

Ayuntamiento de Madrid permite el cambio de uso de los cines

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Un total de 32 salas de cine del centro de Madrid que acogen 81 pantallas podrán cambiar su uso con la nueva normativa municipal que el ayuntamiento prevé poner en marcha. La medida, aplaudida por los empresarios del sector, permitirá que los cines menos rentables se conviertan en multicines, teatros o tiendas de moda, siempre que respeten la fachada y la arquitectura esté protegida.
La Sociedad de Empresarios de Cine de España (Secies) ha recibido 'con júbilo' la noticia de que el Ayuntamiento de Madrid permitirá el cambio de uso de los edificios o locales hasta ahora vinculados a la actividad de la exhibición cinematográfica. Esta medida, que afecta a 32 cines que acogen un total de 81 salas, obedece a un convenio firmado por la citada sociedad, el ayuntamiento y el CEIM, en abril del año pasado, 'después de múltiples peticiones e informes con el objeto de modificar el Plan General de Ordenación Urbana', según fuentes de la Secies.

El cambio de uso de los cines permitirá que estos locales, una gran parte de ellos protegidos en la totalidad o alguna de sus partes, se conviertan en multisalas, restaurantes, teatros o establecimientos comerciales. Hasta ahora no podían ser utilizados más que para la exhibición cinematográfica pero a partir de ahora podrán adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, siempre y cuando respeten aquellos elementos que están protegidos desde el punto de vista decorativo o arquitectónico (vestíbulos de mármol, plafones en el techo o lámparas de valor artístico). El cambio se admitirá sólo dentro del sector terciario.

Los nuevos hábitos por parte del público y la huida de gran número de espectadores hacia otros complejos más modernos de las afueras de la ciudad han hecho que una gran parte de estos antiguos cines pierdan competitividad e incluso echen el cierre al no poder cambiar de actividad.

Según la Secies, la futura reconversión de las salas no significa ningún deterioro de la oferta cinematográfica en los ejes protegidos de la capital, es decir, la Gran Vía, la calle Fuencarral y el barrio de Salamanca.

Los primeros cines en sufrir las consecuencias de las nuevas medidas municipales, que deberán ser aprobadas en un plazo de dos meses por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, son los cines Fuencarral, Rialto y tres minicines que no tienen relevancia arquitectónica. Tanto el Rialto como el Fuencarral, el Carlos III y el Bristol han cerrado sus puertas en los últimos tiempos por falta de rentabilidad.

Medida adaptada a los nuevos tiempos

Según Mariano Góngora, vicepresidente de la Sociedad de Empresarios de Cine de España y gestor del Real Cinema y del Paz, esta medida que califica de 'positiva', beneficia a todos. 'Hay que estar con la evolución de los tiempos y los planes urbanísticos tienen que adaptarse a la realidad del momento', señala.

El origen de la actual situación de la exhibición cinematográfica hay que buscarlo es la década de los setenta, explica Mariano Góngora. 'Con la crisis del terror nocturno que hubo, se cerraron muchos cines de barrio porque estaban en lugares aislados y la gente tenía miedo de ir por la noche; así que dejaron de ser rentables'. Algunos cambiaron de actividad, como el Beatriz que se reconvirtió en un restaurante (Teatriz), el Eslava, mudado en discoteca, y algunos otros que adaptaron su espacio al negocio del bingo.

'La mayoría de los que sobrevivieron están en la Gran Vía, el barrio de Salamanca y la zona de Fuencarral. En los planes urbanísticos de 1992 y 1997 se aseguraron estos tres ejes cinematográfico protegiendo los edificios y manteniendo el uso exclusivo de la actividad de cine', apunta Góngora.

Según el vicepresidente de la Secies, los empresarios del sector siempre han estado en contra de esta 'confiscación del uso de actividad' de las salas de exhibición.
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