el rincón del curioso/ Jorge G. Boró
La hora de la verdad

Las primeras líneas de este artículo, como no podía ser de otra forma, quiero dirigirlas hacia las víctimas del atentado más brutal que se ha producido en España y a sus familiares y amigos, expresándoles todo mi reconocimiento y apoyo. Un atentado que se ha llevado por delante la vida de 201 personas y que ha conmocionado a nuestro país en plena campaña electoral.
No puedo saber cómo hubieran sido los resultados electorales en el caso de que no se hubiera producido la masacre terrorista, no soy adivino, pero sí está claro que, si nos guiamos por las encuestas de los últimos días, ha producido un verdadero vuelco. Pero eso ya es pasado y no podemos hacer cábalas. Lo real es que los ciudadanos españoles con su voto han decidido un cambio de gobierno al que le toca llevar adelante su programa. Ha llegado la hora de la verdad para José Luis Rodríguez Zapatero, probablemente cuatro años antes de lo que él esperaba, y es el momento de cumplir lo prometido.
El programa con el que se presentó el PSOE a las elecciones generales era un programa de un partido que esperaba estar en la oposición, con promesas muy difíciles de cumplir. En el sector inmobiliario no hay una opinión definida de cómo puede afectarle este cambio de gobierno, porque existe incertidumbre de qué política se va a llevar a cabo. Los agentes esperan que el próximo presidente esboce en el debate de investidura sus líneas de actuación para los próximos años y nombre a los futuros responsables de vivienda e infraestructuras. Hasta ese momento, lo que se espera es un parón en el sector que podría ser de unos cinco meses. La precaución y la cautela antes de hacer nuevas operaciones van a ser la tónica hasta que se conozca por dónde va a ir el nuevo Gobierno. Lo que sí habría que pedirle es que buscara el consenso a la hora de legislar en materia de suelo y mirara sus pasos, porque no podemos estar sujetos a modificaciones cada vez que cambia el partido en la presidencia. Es un sector vital en nuestra economía y no puede vivir en la incertidumbre.