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Baluarte, inaugurado por los Duques de Lugo, ha costado 79 millones

Navarra festeja la inauguración de su nuevo Palacio de Congresos

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La Infanta doña Elena y don Jaime de Marichalar han inaugurado el nuevo Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, en Pamplona. Baluarte, como se ha denominado al edificio, tiene una superficie construida de 63.000 metros cuadrados y en su desarrollo se han invertido 79 millones de euros.
En el acto de inauguración, los duques de Lugo estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, quien ha señalado que se trata del “mejor símbolo” de los nuevos tiempos que vive la comunidad foral. En su discurso de inauguración, Sanz calificó de “magnífico, moderno y funcional” el edificio y explicó que uno de sus objetivos es el de convertirse en el punto de encuentro entre los ciudadanos y en foco de discusión del arte. El presidente destacó también el correcto funcionamiento de las obras del proyecto, que han cumplido escrupulosamente con los plazos y con el presupuesto fijado.
Los trabajos han sido realizados, en un 70%, por la constructora OHL, que ha ejecutado en diferentes fases los cimientos y estructuras del edificio, los cerramientos interiores e instalaciones, así como los cerramientos exteriores y la urbanización de la zona.
Las obras de este inmueble comenzaron en noviembre de 2000, pero ya un año antes se habían dado los primeros pasos para el desarrollo del proyecto.
El edificio dispone de varias plantas y una plaza abierta de más de 10.000 metros cuadrados. En su interior acoge un auditorio con capacidad para 1.600 personas, una sala de cámara con 500 plazas y dos salas de congresos que se podrán dividir en otras más pequeñas, con una capacidad total de 800 personas. También cuenta con un aparcamiento para unos 900 vehículos.
El Palacio de Congresos tiene la particularidad de incorporar en su interior el Baluarte de San Antón, una de las cinco puntas de la construcción en forma de estrella de la Ciudadela, que data de los siglos XVI y XVII.
El encargado de diseñar Baluarte ha sido el arquitecto Francisco Mangado, que ha querido que cuente, como una de sus características fundamentales, con un flujo constante de luz en su interior. Esto lo ha llevado a cabo gracias a la fachada de vidrio y a la estructura de hormigón armado que va creando una serie de contrastes entre la horizontalidad exterior y la gran verticalidad de las salas que acoge.
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