Gracias al cierre de la estación de Renfe y de la carretera que va a la alameda
Abandoibarra contará con una nueva zona verde de 30.000 metros
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Abandoibarra, esa zona en pleno centro de Bilbao que se ha reconvertido de astillero, nido de industrias y playa de contenedores en zona exclusiva y auténtico museo urbanístico por las firmas de los arquitectos que en ella están estampando su huella, va tomando forma. La desaparición de la estación ferroviaria contribuirá a que apenas queden vestigios del pasado con una zona verde de 30.000 metros cuadrados.
Garbiñe Esteban
Bilbao
El último trimestre de 2003 va a ser determinante en la nueva apariencia de Abandoibarra. Hasta ahora, la zona se caracterizaba por los espacios vacíos y las ruinas industriales, pero poco a poco, éstos van desapareciendo para dejar paso a los nuevos equipamientos, entre el museo Guggenheim y el Palacio Euskalduna.
El hotel Sheraton se inaugurará antes de que acabe el año, la estructura del centro comercial Zubiarte se aprecia ya en buena medida, las zonas verdes empiezan a ofrecer color, y en las próximas semanas, con la desaparición de la estación de Renfe, se posibilitará la expansión del parque de Doña Casilda, uno de los pulmones de la ciudad, que llegará hasta las inmediaciones del nuevo hotel y de los edificios residenciales.
Pisos de lujo sobre las vías.- Además, cuando las vías y resto de mobiliario de la estación hayan sido retirados, podrá comenzarse la construcción de uno de los bloques de viviendas de lujo, en este caso el diseñado por el arquitecto austriaco Robert Krier.
El tramo de las vías ferroviarias entre Olabeaga y Parque-Guggenheim dejará de funcionar, y la fecha elegida para que se cierren al público los andenes del apeadero conocido como “Parke” es el 21 de noviembre. También se cerrará al tráfico en los próximos días la carretera del parque que utilizan los vehículos para alcanzar la alameda de Mazarredo. Estas dos infraestructuras desaparecen, dejando así vía libre a la expansión del parque de Doña Casilda.
En el caso de la estación ferroviaria, a pesar de que el apeadero desaparece y sus usuarios tendrán que buscar otra forma para llegar a la zona, aún está por decidir la permanencia de Renfe en Abandoibarra. En el aire está, de momento, el proyecto para el anillo de Cercanías, que sería una línea de características similares al metropolitano.
La función de la carretera que va hasta Mazarredo la asimilará la nueva calle Lehendakari Leizaola, que se abrirá al tráfico en los próximos días. Esta nueva vía será una de las principales que discurran por Abandoibarra -la arteria principal será la que precisamente lleva el nombre de la zona, la avenida de Abandoibarra-, uniendo el Palacio Euskalduna y la futura plaza Euskadi a la altura del museo de Bellas Artes. Discurrirá dando servicio al nuevo centro comercial, al hotel, y a los bloques de viviendas.
Sin la estación de Renfe y sin la carretera del parque nos encontramos con un importante espacio libre que servirá para que la ampliación del parque de Doña Casilda sea una realidad. La obra, se adjudicaba el pasado mes de junio por cerca de 6 millones de euros, concretamente 5.862.033 euros.
La ampliación de esta zona verde se extenderá hasta el nuevo hotel y los edificios residenciales, y frente a ellos se creará un bulevar peatonal que servirá de unión entre la nueva zona verde y las viviendas.
30.000 metros verdes.- La operación supondrá la creación de una zona verde y de esparcimiento de 30.000 metros cuadrados, incluyendo el bulevar citado y los espacios peatonales entre los edificios. Está previsto que en la ampliación se planten 282 nuevos árboles y 612 nuevos arbustos. El plazo de ejecución de las obras es de doce meses.
Con todas estas actuaciones, Abandoibarra experimentará un gran avance en sus proyectos, sobre todo en la zona más cercana al Palacio Euskalduna.
La parte colindante con el museo Guggenheim también está llamada a sufrir una importante remodelación, principalmente gracias a la construcción de la plaza Euskalduna, y a los edificios de oficinas, entre los que destaca la torre ideada por el arquitecto Cesar Pelli y que en un principio se diseñó para ser adquirida por la Diputación foral.
Con la renuncia de la institución vizcaína al singular inmueble por motivos económicos, el diseño del mismo debe ser remodelado, y en los próximos días, el arquitecto argentino tendrá que dar a conocer su diseño definitivo.