Galicia y la cornisa cantábrica, con fuertes corrientes de aire, están limitadas por la profundidad de sus fondos
La energía eólica marina en España requiere una inversión de 28.000 millones de euros
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El viento sopla más fuerte y más constante en alta mar, y allí se están dirigiendo los promotores de parques eólicos, que analizan las mejores zonas para poner a producir sus máquinas. Las fuertes inversiones iniciales que exigen estas instalaciones se compensan con su gran producción de energía. Con un límite de 30 metros de profundidad, que se espera que la tecnología supere, estos parques eólicos podrían instalarse en el Estrecho de Gibraltar y en Levante. La Cornisa Cantábrica y Galicia, con importantes corrientes de viento, tendrán que esperar debido a la profundidad de sus fondos. Por su parte, Canarias ya hace pruebas.
Pablo Sola
Madrid
Ahora que los emplazamientos para construir parques eólicos comienzan a escasear en tierra española, los promotores de estos proyectos han fijado su vista en el mar. Pero con la cantidad de kilómetros de costa que tiene nuestro país, no todos lo lugares son aptos para instalar parques eólicos marinos.
En total, cabe cifrar el potencial eólico del litoral español en unos 20.000 megawatios (Mw) -25.000 si contamos con la costa portuguesa-, que generarían 62.500 millones de kilowatios por hora y año (Kw/h/año). De estos, 35.000 millones de kilowatios podrían verterse a la red, cifra equivalente al 10% del consumo eléctrico de toda la Península Ibérica. El resto de la producción se dedicaría a obtener hidrógeno para alimentar vehículos con pila de combustible -el 8% del consumo de los vehículos y otros usos-, y a la desalación de agua de mar.
La inversión necesaria, a realizar hasta el año 2030, sería de 25.000 millones de euros en instalación, más otros 3.000 millones en promoción, análisis medioambiental, desarrollo tecnológico, demostración y planes de seguimiento.
Cualidades peninsulares.- La Península Ibérica está situada en un entorno singular en lo referente a recursos eólicos, según el informe de Greenpeace “Viento en popa”, desarrollado por el experto en energía Emilio Menéndez Pérez. Se encuentra frente al Atlántico, en la parte sur de la franja de vientos que, con frecuencia, va desde este océano a Europa, pero también en el sentido contrario. La costa cantábrica, la atlántica de Galicia y la del norte de Portugal se ven afectadas por estos vientos.
Además, el Estrecho de Gibraltar y la desembocadura del Ebro son accidentes geográficos con posibilidades para la instalación.
Los litorales vasco, cántabro, asturiano y gallego no aparecen, en principio, como emplazamientos fáciles, dado que sus fondos marinos adquieren rápidamente profundidades considerables.
La tecnología actual está concebida para fondos de hasta 30 metros, pero se espera una evolución positiva de estas infraestructuras, en concreto, para poder aprovechar el viento constante y fuerte de Galicia y otras regiones.
Se estima que en todo este litoral norte se podrían instalar unos 500 megawatios (Mw) de potencia, en parques de capacidad media en torno a los 30 Mw, con aerogeneradores de 3 Mw de potencia unitaria.
El mar que va desde la desembocadura del Guadiana hasta el estrecho de Gibraltar presenta zonas amplias de profundidad inferior a 50 metros y alejadas de la costa varias millas. El estrecho, que comunica dos mares con distintas condiciones de temperatura, es el embudo que incrementa la velocidad del viento de un lado a otro, bien de levante, bien de poniente, pero también en la costa de Murcia y Almería y, en menor medida, en la de Málaga. Es la mejor zona eólica de España, con un potencial a instalar de 10.000 Mw.
Ya en el Mediterráneo, desde Málaga a Girona existen emplazamientos en los cuales es posible instalar parques eólicos marítimos. El viento es menos fuerte e intenso que en las áreas antes mencionadas, pero serían parques de más fácil construcción, ya que los fondos son menos profundos y, en general, arenosos.
El principal escollo que deberían superar estas instalaciones sería el rechazo por la visibilidad, al tratarse de una zona con fuerte desarrollo turístico.
Las especiales características del mar Mediterráneo hacen que sus fondos marinos estén deteriorados. La contaminación, la pesca de arrastre y otras actividades han incidido negativamente en ellos. Además, habría que prohibir la construcción en las llamadas praderas fanerógamas marinas, que llegan a albergar hasta 300 especies y se encuentran en profundidades de entre 7 y 30 metros. La capacidad de esta zona se podría cifrar entre 7.500 y 10.000 Mw, ampliable hasta los 15.000 Mw, dependiendo de la evolución de la tecnología.
El caso canario.- En las Islas Canarias los fondos marinos son profundos en general, pero hay emplazamientos cercanos a algunas costas donde es posible ubicar parques eólicos. Recientemente, el director general del Instituto Tecnológico Canario (ITC), Julio Melián, anunció que empresas alemanas y españolas comenzarán a ensayar el próximo año el rendimiento de aerogeneradores de gran potencia en aguas del archipiélago, a fin de comprobar cómo responden las turbinas ante las condiciones del viento que sopla en las islas.
En concreto, Megaturbina Arinaga -sociedad de capital público participada por el ITC, la Sociedad de Promoción Económica, y la Autoridad Portuaria de Las Palmas- será la primera en realizar los ensayos. la empresa mantiene negociaciones con varios fabricantes de aerogeneradores para ubicar en el muelle de Arinaga, en Las Palmas, un aerogenerador de entre 1,5 y dos megawatios de potencia. El prototipo tendría una torre de 100 metros de alto y las hélices de rotación de palas un diámetro de 80 metros.
Greenpeace también propone la instalación de aerogeneradores en muelles y diques portuarios, incluso en el mar exterior de puertos como Gijón, A Coruña, Huelva, Cartagena o Castellón, entre otros. El conjunto de estas instalaciones en puertos de la península e islas sería de 500 Mw.
Un proyecto internacional.- El Gobierno de Gran Bretaña, otro país, que cuenta con muchos kilómetros de costa, ha anunciado que se va a embarcar en un inmenso proyecto eólico marítimo. El Ejecutivo británico, consciente de que el país cuenta con el 33% de los recursos eólicos de toda Europa, ha delimitado 18 zonas estratégicas donde pretende instalar 3.000 molinos que suministrarán la electricidad suficiente para abastecer al 15% de la población.
Este proyecto tuvo su primer paso en diciembre de 2000, cuando se instaló el parque eólico marino de Blyth Harbour, en el condado Northumberland, en la costa noreste de Inglaterra, un prototipo que cuenta con dos aerogeneradores de dos megawatios. Con la participación de Shell Wind Energy, este experimento ha convencido al Gobierno británico, que pretende explotar estos recursos hasta alcanzar lo que producirían seis centrales nucleares.
Desde 1991 se han estado instalando parques eólicos marítimos en toda la franja de los mares Báltico y del Norte, en países como Dinamarca, Holanda y Suecia, debido a que en esa región la plataforma continental es muy extensa y la instalación más económica. En total, en esta zona hay instalados 163 aerogeneradores que suman 260 Mw de potencia instalada.
Destaca el parque de Horns Rev, en Dinamarca, con 80 molinos de dos megawatios de potencia, instalados el año pasado. El 20% del consumo eléctrico danés ya se abastece con producción eólica marina, cifra que el Gobierno de este país quiere duplicar en esta década con la instalación de 4.000 Mw. También Alemania tiene prevista la instalación de 60.000 Mw de origen eólico marino antes de 2025.
Otros valores.- Los aerogeneradores en el mar cuentan con valores añadidos con respecto a los terrestres, como son la creación de arrecifes artificiales en las estructuras de soporte y la posibilidad de incluir redes y jaulas para la cría comercial de peces.
Otra posibilidad no planteada a priori en el proyecto pero que, según ha reconocido Antonio Casla, director general de GE Wind Energy, sí se ha estudiado, es la instalación en la base de las torres de dispositivos para extraer la energía de las olas y las mareas.
Precisamente la Universidad Politécnica de Barcelona ha proyectado, junto a Ceflot S.L., una central eléctrica flotante que podría extraer hasta 617.580 Mw/h/año mediante un sistema de flotadores.
Pero primero es necesario, y así lo solicitan los promotores, el establecimiento de una prima específica de 4,39 céntimos de euro por Kw/h que posibilite el crecimiento de este sector.