En 16 municipios existe más suelo urbanizado o urbanizable, que virgen
El 76% de la superficie del litoral regional está totalmente urbanizada
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El litoral de la Comunidad Valenciana soporta la mayor presión urbanística de toda la costa española al tener urbanizado el 76% de su superficie. Por su parte, dieciséis municipios de las tres provincias de la Comunidad ya cuentan con más suelo edificado o susceptible de urbanizar que terrenos vírgenes. En algún municipio cercano a Valencia no queda espacio para edificar.
Mayte Pozuelo
Valencia
Los 466 kilómetros de playas de la Comunidad Valenciana son los más saturados de la costa española, ya que 355 han dado paso al cemento, según el Anuario 2003 de Medio Ambiente en España, editado por la Fundación para la Gestión y Protección del Medio Ambiente. Esta cifra supone que el 76% del litoral valenciano está urbanizado.
En Murcia, autonomía ubicada en segunda posición, el nivel de ocupación se aproxima al 60%. Andalucía se sitúa en un 57%, mientras que Cataluña, Baleares o Canarias apenas superan la mitad de litoral edificado.
Las playas del mar Cantábrico y las gallegas de la franja atlántica poseen aún menos saturación costera que las anteriores, según ha señala el responsable de Greenpeace, Mario Rodríguez. La razón reside en que estas regiones disponen de mucho terreno rocoso y de grandes acantilados donde nada se puede construir. De todos modos, el responsable de Greenpeace advierte de que el litoral del norte de España “ya comienza a desarrollar el fenómeno especulativo y la edificación en sus playas”.
Rodríguez afirma que la Comunidad Valenciana “se lleva la palma en cuanto a condensación entre las zonas costeras”. De hecho, el estudio realizado por provincias establece que Valencia y Alicante ocupan la tercera y cuarta posición de España, respectivamente, en litoral edificado. Unicamente las superan Barcelona y Málaga, tal como recoge el Anuario 2003 de Medio Ambiente en España.
Asimismo, el informe titulado “Destrucción a toda costa 2003”, elaborado por Greenpeace, detalla las zonas valencianas, en total son 19, donde la presión urbanística se hace más asfixiante. De ellas, sobresalen Torreblanca, Benicarló y Peñíscola, en Castellón; Sagunto y La Albufera, en Valencia; y los municipios alicantinos de Calpe, Dénia, El Campello, San Juan o la propia capital de provincia.
Además, el mencionado documento de Greenpeace mantiene que los planes urbanizadores de este año destruirán 20 millones de metros cuadrados, en los que se ubicarán 21 complejos turísticos y 42 campos de golf.
Por su parte, el volumen bibliográfico titulado “Planeamiento Urbanístico en la Comunidad Valenciana”, editado por la Generalitat, explica que más de 50 municipios de Valencia, Alicante y Castellón apenas alcanzan el 70% de terreno virgen, el umbral de lo admisible para muchos expertos.
La situación más alarmante se vive en 16 de estos municipios, donde más de la mitad de la superficie está urbanizada o puede estarlo en cualquier momento. A este grupo pertenecen las localidades que tienen un término municipal de pequeña extensión y, sobre todo, las poblaciones enclavadas en el cinturón urbano de las grandes ciudades, que se llenan con mucha más facilidad que los demás núcleos.
De hecho, en algún municipio cercano a Valencia, como Benetuser, no queda espacio alguno para edificar, y Tavernes Blanques o Rocafort, localidades también próximas a la capital, tampoco disfrutan de un solo área urbanizable, según este informe.
Un suelo municipal en el que más del 30% de su superficie está calificada como urbana o urbanizable ya representa una proporción de construcción muy elevada, según aseguran diversos arquitectos valencianos. Para ellos, en el inicio de un proceso de construcción influyen varios factores, entre los que se encuentra la apertura de diálogos bajo la ley de la oferta y la demanda.