pasaba por allí/Olga Heras
26-O: disparidad en las encuestas

La candidatura de Esperanza Aguirre se vislumbra como la gran triunfadora de los próximos comicios del 26 de octubre en todos los sondeos realizados hasta el momento, sea cual sea su procedencia. Las únicas diferencias que se perfilan en estos sondeos son el porcentaje y número de escaños que obtendría la candidatura popular. Desde Génova se vaticina un triunfo arrollador de Aguirre, cuya lista obtendría una representación de cincuenta y nueve diputados, con una participación del sesenta por ciento de electores. Datos que se ven aún más incrementados en los sondeos realizados desde los sectores empresariales madrileños, donde se augura un diputado más, es decir sesenta escaños, para el Partido Popular.
En esta encuesta se prevé, asimismo, un significativo aumento de votos para Izquierda Unida, que se traduciría en uno o dos escaños más para la coalición.
El escrutinio llevado a cabo por el PSOE, aunque otorga a los populares un porcentaje mucho menor de votos, revalida igualmente un gobierno mayoritario del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, si bien fija el triunfo de esta candidatura en tan sólo 56 diputados. Una representación, la otorgada por los socialistas al PP que, a un mes vista de los próximos comicios, deja abierta una puerta a la esperanza para la candidatura de Rafael Simancas, ya que la suma de PSOE e IU podría todavía decantar ese escaño hacia el tandem conformado por ambas formaciones de izquierdas.
La candidatura de Simancas, según las encuestas cocinadas en el Federal, se encontraría a menos de dos puntos del Partido Popular, con una intención de voto fidelizado del treinta y ocho por ciento que, con la suma de los previsibles votos de IU, siempre y cuando esta formación mantenga o mejore sus resultados electorales de los últimos comicios, dejaría a la candidatura socialista a las puertas del Gobierno autonómico.
Estos datos suponen un balón de oxigeno para Simancas dentro de su organización, ya que una debacle electoral pondría en tela de juicio su liderazgo en la Federación Socialista Madrileña, donde las espadas continúan en alto hasta el desenlace de los próximos comicios.
Asimismo, el casi empate técnico que perfilan la encuesta del PSOE entre el PP y la coalición PSOE-IU abre una posibilidad a decantar ese escaño hacia las formaciones de izquierda.
Una dura campaña electoral, en la que no sólo los partidos políticos están poniendo toda la carne en el asador. Los secretarios generales de CC.OO. y UGT han solicitado abiertamente el voto para la izquierda, para poder conformar un “gobierno de progreso que dé solución a los problemas más graves de la Comunidad de Madrid, tales como el desempleo o la educación pública”. Sí los sindicatos ya se pronunciaron en este sentido en los anteriores comicios, los prelados madrileños, el cardenal Rouco Varela y los obispos de la Archidiócesis, han intervenido por primera vez en esta campaña para pedir a sus fieles “un voto responsable” y en contra de aquellos partidos favorables al aborto, al divorcio o que no defiendan una educación integral en la que los valores morales y religiosos estén presentes.
Otras de las dudas del 26-O es el efecto que puede tener un aumento de la abstención, pero un repaso de los resultados electorales habidos en la Comunidad de Madrid desde 1983 revela que no existe ninguna correlación entre el porcentaje de ciudadanos que acuden a las urnas y los votos conseguidos por cada una de las formaciones políticas. Y sí, en cambio, con la situación política que se vive en cada momento.