Cada uno a lo suyo

Esperanza Aguirre (PP), Rafael Simancas (PSOE ) y Fausto Fernández (IU) dejan caer lo que harán y dirán para ganar votos el 26 de octubre.
La coalición está convencida de que incrementará los resultados obtenidos el 25 de mayo y por eso trata de distanciarse de los socialistas, que temen ser castigados por los ciudadanos por lo mal que han gestionado los simanquistas la crisis sufrida por la Asamblea de Madrid a raíz de la actuación de los expulsados, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, responsables de la repetición de los comicios.
IU se ha visto envuelta en un absurdo debate sobre si los rojos pueden tener patrimonios multimillonarios, debido al revuelo provocado al conocerse que el diputado Luis Suárez ha amasado más de 6 millones de euros. La conclusión de la coalición es que el patrimonio o conjunto de bienes en la izquierda es algo accesorio.
A pesar de este ‘marrón’, Fausto Fernández aprovechó el desembarco de líderes nacionales socialistas y populares con el sano objetivo de apoyar a sus respectivos candidatos para denunciar que ambas formaciones pretenden de nuevo que todo sea cosa de dos y, sobre todo, que se desarrolle pensando en las elecciones generales de marzo de 2004, es decir, en el futuro de Rajoy y Zapatero, más que en el bienestar y futuro de los madrileños.
La FSM de Simancas se enfrenta con la FSM real, la de los afiliados y simpatizantes, pero las espadas no se sacarán de la vaina hasta conocer los resultados. Simancas, después de resolver ‘satisfactoriamente’ la elaboración de las listas, se centra en su consigna principal “no me vendo, soy decente” y en su batalla contra los especuladores, que son buenos o malos dependiendo si son de los nuestros o de los otros.
La imagen de unidad que ofrece el socialismo madrileño no pasa de ser una pose de cara al exterior, ya que internamente todos colocan sus peones pensando en el día después. El líder de los guerristas, Pepe Acosta, ya no suspira por los huesos de Simancas y prefiere que Matilde Fernández esté preparada por si fuera necesaria su intervención. El ex alcalde de Fuenlabrada, Pepe Quintana, calienta en la banda por si, además de ser diputado regional, tiene que desempolvar su sueño de ser secretario general.