La contraportada
Arquitectos de Urgencia
París/ Pablo Sola
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Tras una charla de expertos en la reconstrucción de edificios en la sede de la Unesco, se ha acordado internacionalizar las acciones de la asociación francesa sin ánimo de lucro Arquitectos de Urgencia. esta organización nació hace dos años y ya ha prestado sus servicios en Francia, Europa central y Afganistán.
Después de cada catástrofe natural, accidente industrial o conflicto bélico las organizaciones humanitarias internacionales aterrizan lo antes posible en el lugar afectado para prestar su ayuda y que todo regrese a la normalidad, convirtiendo la zona en un ‘circo’ lleno de tiendas de campaña provisionales y de variados personajes.
Los Cascos Azules de la ONU dirigen el ‘cotarro’ con autoridad, la Cruz Roja reparte la ayuda humanitaria, los Médicos sin Fronteras cuidan de los heridos y los Payasos sin Fronteras mejoran la situación psicológica de las poblaciones afectadas.
A partir de ahora, no va a ser extraño que un camión cargado de ladrillos, cemento y tejas irrumpa en el escenario con un puñado de arquitectos solidarios dispuestos a reconstruir lo que haga falta. Tras una jornada de charlas entre especialistas de todas partes del mundo en la sede de la Unesco, ha nacido el desafío de internacionalizar las acciones de la asociación francesa “Arquitectos de Urgencia”.
Esta organización sin ánimo de lucro fue creada hace dos años a causa de los estragos causados por una inesperada inundación de Somme, en la región francesa de Picardía, que dejó al descubierto cavidades subterráneas y edificios antiguos desconocidos, poniendo así en serio peligro la estructura de los edificios de villas y ciudades enteras. La rápida intervención voluntaria de los arquitectos, en coordinación con las autoridades de seguridad civil, contribuyó a que no se registrara ningún accidente fatal.
La asociación, que cuenta actualmente con 26.000 arquitectos repartidos por toda Francia, busca paliar el dolor de las víctimas y evitar la repetición de cada tragedia, pero siempre desde el punto de vista arquitectónico.
La prestación de servicios la realizan tanto a nivel local como internacional. Ejemplo del primer caso fue la mortífera explosión de la fábrica (usina) química AZF, en Toulousse, Francia, en la que perecieron 29 personas y que dejó a más de 100 habitantes sin hogar. Como ejemplo internacional, la organización ha intervenido en Afganistán poniendo en marcha un programa para la reconstrucción de 3.000 viviendas en Nahrin, una región del país devastada hace un año por un terremoto.
Otra catástrofe internacional en la que participaron miembros de esta asociación humanitaria fue en las operaciones de rescate durante las inundaciones de Europa central producidas en agosto de 2002.
“Arquitectos de Urgencia” viene a solucionar un problema de gran importancia en la reconstrucción de un episodio destructivo y que hasta ahora no tenía un organismo especializado, dedicado a ello y dispuesto a ofrecer sus servicios de forma gratuita. Así, habrá que pensar que tras las imágenes de edificios demolidos y ciudades devastadas que los medios de comunicación muestran, irrumpirán con lápiz, regla y cartabón los “Arquitectos de Urgencia” para levantar hogares y devolverle la vida a la ciudad.