“Si se construyen 640.000 casas es porque se venden”

- El sector de la construcción se ha convertido en el motor del crecimiento económico. ¿Quizá se está estirando la cuerda para evitar que la economía española pase apuros, como la alemana, la francesa o la italiana, entre otras?
- Esa reflexión puede aceptarse en un sentido. Es cierto que desde las administraciones públicas y, en particular, desde el Gobierno, se está dejando hacer porque saben que si el sector de la construcción ralentiza su ritmo, eso afectará de una forma importante al crecimiento económico y, por tanto, a las previsiones de creación de empleo. A partir de ahí, si se construyen 640.000 viviendas en un año y se venden, después de lo mucho que se ha construido en años pasados, es porque el mercado es capaz de absorber toda esa nueva oferta. Es así de fácil, por muy complicado que resulte entenderlo.

- Sí, llegará el momento, pero aún no ha llegado, a pesar de que está siendo largamente anunciado. Cada semana salen varios informes, respuestas parlamentarias o estadísticas diciendo que el precio de la vivienda se ha triplicado en no sé cuantos años, que hay no sé cuantas viviendas vacías o que España es el país con menos alquileres. Y, sin embargo, la situación no ha cambiado. Los precios de los pisos experimentan cada año subidas de dos dígitos y, sin embargo, la tendencia no se frena.
- ¿Quizá si el Gobierno liberara parte del suelo que posee, por ejemplo, a través del Ministerio de Defensa?
- Sería una solución. El problema del precio de la vivienda es de suelo. Si se liberaliza y, por tanto, se abarata, los precios caerán. Pero si el Ministerio de Defensa saca suelo al mercado en cantidades industriales, como se está comentando estos días, los precios caerán a plomo, y eso podría suponer un serio revés para el sector. Es una situación difícil, que no acaba de arreglarse, tal vez porque el problema de fondo de todo esto es que no hay voluntad política de arreglarlo.
- Entonces, estallará…
- Será el momento de acordarse de Santa Bárbara.