Gema Fernández
Chequeo positivo
En plena forma. Así es como se encuentra el mercado inmobiliario y de la construcción nacional. Todos los datos lo demuestran. La tan anunciada ralentización en la edificación no acaba de llegar, y los promotores siguen vendiendo pisos, las oficinas están alcanzando unos precios más acordes con la realidad, lo que satisface al mercado, se siguen concediendo nuevas licencias de centros comerciales, y ya son muchas las compañías que optan por comprar todo un edificio, los rehabilitan y lo convierten en el mejor escaparate para sus productos, a falta de locales libres bien situados.
Las previsiones vuelven a fallar, y más de una agrupación, como la cementera, ha tenido que revisar sus cifras para final de año al alza. Y es que el consumo de cemento sigue batiendo nuevos records, como si de los mundiales de natación que se celebran estos días en Barcelona se tratase.
Los dos principales planes nacionales de obra civil: el de infraestructuras y el hidrológico, van a seguir proporcionando trabajo y beneficios a constructoras, cementeras y subcontratas de obra. El ritmo de edificación residencial y en otros ámbitos, como los proyectos terciarios, también parece que va a seguir manteniendo su fortaleza, por lo que las empresas del sector pueden estar tranquilas. Eso sí, habrá que copiar a la hormiga del cuento y prepararse para cuando vengan peores días y no hacer como la cigarra. La diversificación de las actividades y los procesos corporativos que se están produciendo en el mercado son la muestra de que la mayoría de los empresarios del sector no quieren 'morir congelados durante el frío invierno'.
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