Mar Garre

En España, la vivienda se considera uno de los patrimonios más valiosos de las familias y una de las mayores inversiones. De media, los españoles pagan 287.000 euros por su vivienda nueva y dedican casi la mitad de su renta disponible al pago del préstamo hipotecario, según datos del Banco de España. Sin embargo, y aunque existe una tendencia creciente a percibir el seguro de hogar como una protección necesaria, todavía no se ve como algo necesario. Así lo demuestra el hecho de que en España quedan todavía casi 9 millones de viviendas sin asegurar, de un parque total de 25,5 millones. Este dato es especialmente relevante si se tiene en cuenta que en una de cada cinco viviendas se produce al menos un siniestro al año, por lo que la exposición al riesgo es bastante alta.

La falta de cultura o tradición en relación al mundo del seguro ha quedado reflejada en el reciente estudio que Línea Directa ha realizado sobre el seguro de hogar en España. El estudio descubre aspectos sorprendentes sobre el escaso grado de conocimiento que los asegurados tienen de su propia póliza de hogar, así como de su actitud como consumidores ante el servicio que les presta su compañía o ante la oferta del mercado.

Así, la principal conclusión es que cerca de la mitad de los españoles desconoce qué coberturas ha contratado para proteger su hogar. Esto quiere decir que los propietarios de cerca de 7 millones de viviendas ignoran las condiciones del contrato y más de 3 millones no saben cuánto estando pagando ni con qué compañía tienen su seguro de hogar.

Hay tres coberturas que los clientes consideran esenciales: incendio, caída de rayos y robo. Sin embargo, tienen menos en cuenta otras coberturas que protegen frente a daños más frecuentes, como daños por agua (rotura de tuberías, grifos, inundaciones) y rotura de cristales.

Pese a todo ello, el estudio confirma que el asegurado está en general satisfecho con su seguro de hogar, especialmente con la calidad del servicio. Sin embargo, el aspecto peor valorado es el precio, muy por debajo de aspectos como la atención o la eficacia en el servicio. La prima media del seguro de hogar en España es de 180 euros, aunque un 40% está pagando más de 200 euros por su póliza. Según los datos del estudio, más de la mitad de los clientes cambiarían de compañía si recibiesen una oferta en el precio. El ahorro puede llegar a ser de hasta un 60%.

Por último, el estudio pone de manifiesto un aspecto contradictorio: hasta un 43% de los asegurados considera que paga por coberturas que no necesita; sin embargo, el 90% no se plantea ni se ha planteado en ningún momento cambiar de seguro o de compañía.

Creer que se está pagando más de lo debido, y, aún así, no plantearse siquiera la opción de informarse sobre cómo reducir ese precio, se puede explicar, en gran parte, en base a la escasa tradición del seguro en nuestro país. Por otra parte, el modo de contratación tradicional mediante paquetes de coberturas estándar -que incluyen todo tipo de coberturas, aunque éstas no sean necesarias-, y el denominado seguro “cautivo”, vinculado a otros productos financieros, como los préstamos hipotecarios, explican en parte el escaso conocimiento y la falta de proactividad del asegurado.

No obstante, la entrada de nuevos modelos de negocio y de empresas innovadoras en el sector, está transformando paulatinamente los hábitos de consumo y la actitud de los asegurados. Ahora sólo queda que esos 9 millones de viviendas que aún están sin asegurar queden protegidas ante imprevistos y riesgos, evitando así poner en peligro el mayor patrimonio del que disponen las familias.