Los altos precios de los chalés han estancado las ventas
El mercado balear de los
unifamiliares queda saturado por la caída de la demanda
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La demanda de vivienda unifamiliar en Baleares ha registrado una fuerte caída en los últimos meses, provocando una saturación de este tipo de oferta en el mercado con productos que no encuentran salida. Los altos precios son la principal causa de este descenso de las ventas.
Carmen Arriola
Mallorca
Comprar una vivienda unifamiliar en Baleares se ha convertido en algo prácticamente inasumible para el bolsillo local, lo que ha provocado una fuerte caída de la demanda y la consiguiente saturación del mercado, en los últimos meses.
Responsables del Colegio de Aparejadores y de la Asociación de Constructores y Promotores de Baleares señalan que el principal problema de las empresas vinculadas a la actividad inmobiliaria es el precio del producto, que se ha colocado por encima del poder adquisitivo del cliente local, a lo que se suma una demanda por parte de ciudadanos europeos en retroceso.
Al respecto, se recuerda que una buena parte de este producto cumplía funciones de segunda residencia de carácter turístico, lo que ha hecho que la crisis económica de Alemania y la pérdida de compradores de esa nacionalidad haya recortado sensiblemente la cifra de posibles clientes, que no se ha visto compensada con el ligero incremento de británicos.
Este es uno de los problemas que el sector de la promoción y construcción en Baleares tiene previsto incluir en el informe que presentará a los nuevos responsables del Ejecutivo autonómico y del Consell de Mallorca, dado el recorte que supone para su actividad, especialmente si se tiene en cuenta que los chalés y las casas protegidas son las únicas que no están afectadas por las moratorias urbanísticas.
Y es que, en los cinco primeros meses de este año se han visado en Mallorca 455 viviendas unifamiliares -Marratxí aparece como el municipio con mayor peso en este tipo de oferta, seguido a distancia de Palma-, lo que supone que al finalizar 2003 se podrán contabilizar algo más de 900, cifra similar a la de 2002, pero que supone una fuerte caída en relación a los 1.874 proyectos visados en 1999.
Desde el Colegio de Aparejadores se considera que la saturación que se ha registrado en este tipo de oferta no sólo era previsible, sino también positiva, ya que una vivienda unifamiliar conlleva un consumo de territorio y recursos infinitamente superiores al de las plurifamiliares.
Este colectivo pone de relieve que algunas de las promociones que ahora se desarrollan incluyen chalés con precios que pueden llegar a los 360.000 ó los 420.000 euros, "un producto que incluso queda fuera del alcance del bolsillo de muchos alemanes", y de forma especialmente acentuada de la mayoría de las personas que residen en la isla.
Los promotores isleños consideran que la oferta de viviendas unifamiliares que ha salido al mercado durante los últimos años ha sido excesiva, hasta el punto de saturarlo en cuanto se ha comenzado a registrar un descenso en la demanda. Y ello a pesar de que una buena parte de estas viviendas se desarrollan en autopromoción, es decir, el propietario del terreno encarga directamente la redacción del proyecto y contrata al constructor.