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La medida permite aumentar la edificabilidad para construir 200 pisos

El TSXG obliga al Consistorio coruñés a recalificar el suelo del asilo de Adelaida

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) da la razón a las religiosas de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos y obliga al Ayuntamiento de A Coruña a recalificar los terrenos donde se ubicaba el asilo de Adelaida Muro de suelo urbano no consolidado a consolidado. La medida supone incrementar el número de viviendas que se podrán construir y la cantidad recibida por las monjas, que alcanza los 15,50 millones de euros.
Marisa Prado
A Coruña

El solar donde se ubicaba el antiguo asilo de Adelaida Muro, en A Coruña, es considerado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) como suelo urbano consolidado, en lugar de no consolidado, tal y como aparece especificado en el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), lo que en la práctica supone que se permitirá construir en el solar 200 pisos en lugar de los 90 inicialmente previstos.
La sentencia, que podrá ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo, lleva consigo que la cifra abonada por la promotora Vivienda Confort, que adquirió los terrenos, se incrementará en tres millones y medio de euros, que se sumarán a los doce millones entregados en el momento en que se firmó el contrato entre la empresa y la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos.
En un principio, la calificación efectuada por el Consistorio coruñés a los terrenos donde se levantaba el edificio se aplicaba a los solares en los que no existe alcantarillado o electricidad. Además, los propietarios de los mismos tienen la obligación de ceder el 10% del suelo al Ayuntamiento.
Sin embargo, las religiosas recurrieron el PGOM ante la sala de lo contencioso del TSXG con la intención de que el alto tribunal diera paso a una posible recalificación de los terrenos, que se ha producido y que ha permitido aumentar la rentabilidad que las religiosas percibirán de la operación.
El Bloque Nacionalista Galego (BNG), a través de su portavoz en el Ayuntamiento de A Coruña, Enrique Tello, ha explicado que "la sentencia puede sentar un precedente peligroso en la ciudad al abrir la puerta a otros recursos en otras zonas", por lo que piden a los responsables municipales que "la recurran".
Hasta 1999, el terreno donde se levantaba el asilo estaba calificado en el Plan General de Ordenación Urbana, aprobado en 1985, como solar destinado a equipamiento. Sin embargo, a partir de 1997, el alcalde, Francisco Vázquez, ordenó revisar el PGOU, que en principio no disponía ninguna variación en la calificación del edificio, que era definido como "asistencial privado". Tras el periodo de exposición pública, los responsables de Urbanismo del Consistorio deciden suprimir la protección del inmueble y calificar el terreno como "área de transformación", el primer paso para convertir el suelo en urbanizable y permitir la construcción de viviendas.
El pleno en el que se tomó la decisión se desarrolló el 19 de octubre de 1998, sin que hubiera posibilidad de presentar alegaciones, con el voto a favor de los socialistas, el voto en contra de los nacionalistas y la abstención de los populares.
A pesar de que el Ayuntamiento de A Coruña fue la institución promotora del cambio en la especificación de los terrenos, no resultó el único organismo implicado en el mismo. El visto bueno de la Consejería de Cultura resultó determinante para que la medida siguiera adelante. Así, técnicos de la Xunta respaldaron la decisión teniendo en cuenta únicamente el informe de unos arquitectos contratados por las religiosas.
Entre los motivos que llevaron a estos técnicos a decidir que el inmueble no tenía interés arquitectónico se encuentran puntos tan curiosos como el que señala que "el edificio es de un autor desconocido y no es posible basar su importancia como obra de ningún arquitecto de prestigio". Al diseñador del inmueble, Juan de Ciórraga, simplemente lo citan como autor de varias remodelaciones que "son mucho más interesantes en los documentos conservados que en su materialización".
Para rebatir esta posición, la Comisión para Defensa del Asilo efectuó otro informe, a cargo del profesor de la escuela de Arquitectura de A Coruña, Xosé Lois Martínez, en el que se defiende la autoría de Juan de Ciórraga y Fernández de la Bastida, que ejerció como arquitecto municipal entre 1863 y 1890 y fue un experto en la utilización de las galerías y los miradores.
El estudio realizado por el colectivo afirma que en la ficha de catalogación del Ayuntamiento el estado del edificio es calificado como bueno. En cuanto al valor arquitectónico, los defensores del asilo señalaban que el inmueble es una de las escasas muestras que se conservan en Galicia de la tipología arquitectónica asistencial. Además, en el informe se resalta la excepcionalidad dimensional del inmueble, su composición palaciega, sus fachadas monumentales y la gran galería acristalada que se situaba en el frente sur.
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