GALICIA.- 09/04/2008 La Xunta estudia una moratoria para nuevos puertos deportivos
El objetivo es proteger el litoral y ofrecer un crecimiento sostenido
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Galicia cuenta actualmente con el 9% de los amarres de España y con el 8% de instalaciones náuticas. Para la Xunta, estas cifras suponen que la demanda existente está más que cubierta. Por ello, únicamente se permitirán nuevos amarres en las infraestructuras ya existentes.
Proteger el litoral es el objetivo que se marca el Gobierno gallego con la redacción de lo que será el futuro Plan Director de Instalaciones Náuticas en el que se prohíbe la construcción de más puertos deportivos. Con la nueva legislación, que está elaborando Portos de Galicia desde hace aproximadamente un año y que será sometida a exposición pública en unos días, sí se permitirá la creación de nuevos amarres, pero siempre que se realicen en las instalaciones ya existentes, ya que se considera que el número de ellos da respuesta a la demanda.
Para el director de Portos de Galicia, organismo dependiente de la Consellería de Política Territorial, Jacinto Parga, las medidas que se tomarán permitirán terminar con la "arbitrariedad y los intereses localistas" para, en su lugar, primar la conservación de "un patrimonio impagable" como es la costa de Galicia.
Una de las novedades de la iniciativa de la Xunta es que no precisa en el documento cuántas plazas de amarre habrá que crear en Galicia, sino que hace hincapié en dónde se podrán realizar las actuaciones, así como en los criterios que deberán seguirse.
Una oferta que se concreta en las siguientes cifras: 122 instalaciones deportivas que se reparten por toda la costa gallega, y que incluyen desde rampas hasta puertos deportivos (en total se contabilizan 20 por toda la geografía), y pantalanes, entre otros. Además, es necesario incluir en esta lista las instalaciones deportivas que son competencia de la Administración del Estado. Actualmente, las instalaciones náuticas gallegas representan el 8% de todas las que se distribuyen por la costa española, y sus 9.000 puntos de amarre suponen algo más del 9% del total.