La hora de la campaña

Los candidatos ponen a punto sus aparatos políticos. El presidente de la Comunidad de Madrid y aspirante a primer edil de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aprovechó la recepción conmemorativa del 2 de mayo para reunir en la sede de la Puerta del Sol a representantes de todos los estamentos de la sociedad madrileña. Militares, policías de uniforme, religiosos con cargo en la Iglesia o sin él, políticos de derechas, centro e izquierda, alcaldes de uno y otro bando, concejales de grandes y pequeños municipios, consejeros, directores generales y diputados autonómicos compartieron el mismo espacio un par de horas.
Les acompañaron un buen número de periodistas y poco artisteo. El anfitrión se llevó cientos de apretones de manos y un beso elegante que le plantó en la mejilla Pedro Zerolo, integrante de la lista electoral que encabeza la socialista Trinidad Jiménez, que no paró de sonreir y besar durante toda la jornada. Los otros dos candidatos, el verde José María Mendiluce y la roja Inés Sabanés también se dejaron ver pero no se prodigaron en grandes abrazos, ni entre ellos ni con los demás.
Pasadas las fiestas de los días 1 y 2 de mayo, Gallardón mandó a su jefe de campaña, Manuel Cobo, a que explicase a los periodistas, para que estos a su vez lo transmitiesen a los ciudadanos, que los madrileños le piden que dé caña con la seguridad. Mostró una encuesta del PP, realizada entre los más de 34.000 vecinos y vecinas de la capital que se han acercado al bus electoral de esta formación, en la que casi el 40% de los sondeados piden que el próximo gobernante del Ayuntamiento se dedique prioritariamente a combatir la delincuencia, el trapicheo (callejero, evidentemente) y demás formas de inseguridad ciudadana.
Trinidad Jiménez se cogió de la mano con su secretario general de Madrid, Rafael Simancas, y se fueron juntos a visitar el Museo del Prado. Al salir, declararon que ampliarán el horario del Prado, si ganan las elecciones. Antes de prepararse para la pegada de carteles del día del comienzo oficial de la campaña electoral, los candidatos lanzan sus últimas promesas y nos garantizan más bomberos, más policías, más parques, más de todo. Mendiluce adelanta que cada día dará un mitin callejero, subido a una caja de cervezas, y que micrófono en mano intentará emular algunos métodos de captación de votos propios de países nórdicos.