"Seguiré trabajando al pie del cañón mientras tenga fuerzas para seguir adelante"

- Es licenciado en Derecho, ¿no hubiese preferido ejercer como abogado?
- Cuando estudié Derecho me dí cuenta de que no podría ser un buen abogado, porque empecé a dudar de la justicia y no entendía el hecho de defender a un cliente que sabía era culpable. Nunca ejercí como letrado, pero mis conocimientos jurídicos los he empleado en las cooperativas.
- Parte de su trayectoria profesional ha estado enfocada a la enseñanza, ¿qué es lo que más le gusta de esta faceta?
- Siempre le he dado mucha importancia a la formación, creo que es esencial. Por eso me gusta enseñar, pero también ser alumno.
- Sus compañeros acaban de hacerle un homenaje por su trayectoria profesional, ¿qué ha significado para usted?
- Me han entregado la medalla al trabajo, y es un honor. Tengo 73 años y llevo trabajando desde los 15, pero creo que no soy el único español que se merece este galardón. Agradezco el detalle, aunque podría hacerse extensivo a otros compañeros que han trabajado codo a codo conmigo y no han tenido tal reconocimiento.
- ¿Qué le queda por hacer en la vida?
- Yo ya estoy en la lista de espera... Pero veo que el mundo va hacia atrás, como los cangrejos, y eso me preocupa, por lo que seguiré trabajando al pie del cañón mientras pueda.
- ¿Cuáles son sus principales aficiones?
- La lectura es mi gran pasión; soy un obseso de la letra impresa y de los libros. No practico ningún deporte, sólo camino, y por prescripción médica, aunque confieso que cuando era más joven me gustaba el senderismo. También soy aficionado a la navegación, sobre todo por las rías gallegas, donde tengo mi segunda residencia, pero confieso que no soy un experto.
- ¿Cuáles son, a su juicio, las cualidades de un buen directivo?
- Es imprescindible creer en lo que estás haciendo y, por supuesto, estar capacitado para realizarlo.
- ¿Y qué le pide a sus colaboradores?
- Soy una persona dialogante y me gusta colaborar en todo lo que puedo, y eso es lo que quiero que haga mi equipo: colaborar, dialogar. Me gusta que cada uno se ilusione con la tarea que le toca realizar y que crea en ella.
- Una virtud y un defecto confesables.
- Como virtud yo diría que soy muy trabajador. Suelo levantarme a las 6:30 de la mañana para ponerme en marcha. Así se me olvidan todos los dolores.
Defectos tengo muchísimos, entre ellos, la timidez y la exigencia en el cumplimiento del trabajo.