El proyecto supondrá la reforma del Plan General de Palma
La reforma del hospital Son Dureta queda paralizada al menos durante un año
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La reforma integral del hospital Son Dureta, en Palma de Mallorca, se ha paralizado al menos por un año. Por las características del proyecto, se precisa la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad, un proceso cuya tramitación durará unos doce meses.
Hace más de 15 años que se habla de reformar el hospital Son Dureta, el principal centro sanitario de Baleares sin que, por diferentes motivos, los proyectos presentados lleguen a buen término.
Cuando parecía que todo tenía solución, las obras del hospital se han visto de nuevo paralizadas, esta vez porque el proyecto presentado supera el volumen de construcción que permite la normativa urbanística en vigor en Palma para esta zona y se hace necesaria una modificación del Plan de Ordenación Urbana (PGOU), algo que, según el Ayuntamiento, implicaría más de un año de trámites.
La Consejería de Sanidad ha solicitado una modificación del PGOU, con el fin de poder ejecutar el proyecto adjudicado al arquitecto Reinaldo Ruiz Yébenes, así como una petición de licencia para obras que no estarían vinculadas a esa modificación.
El responsable de Urbanismo del Ayuntamiento, Rafael Vidal, ha señalado que esta reforma es muy importante para la ciudad, por lo que si es urbanísticamente viable, impulsará la reforma del PGOU que solicita Sanidad.
Con un presupuesto de 125,50 millones de euros, la reforma del hospital Son Dureta pretende paliar las necesidades que presenta actualmente este centro hospitalario.
El proyecto sólo mantendrá en pie uno de los tres grandes edificios de que está compuesto el complejo. Los trabajos se llevarán a cabo en tres fases. Con ello se pretende que el hospital pueda permanecer abierto durante el periodo de obras para no interrumpir su capacidad asistencial.
El complejo se articula en torno a un gran edificio de tres pisos, bastante más ancho que alto, sobre el que se levantarán tres bloques. El inmueble base albergará los servicios médicos: cirugía, consultas externas, pruebas diagnósticas, análisis, tecnología médica, etcétera. En los tres bloques superpuestos a este edificio se ubicarán las alas de hospitalización. El 98% de las mismas tendrá vistas al mar y al bosque de Bellver, que también quedará reflejado en las fachadas, que contarán con cristales-espejo.
El nuevo complejo hospitalario tendrá ocho plantas de alto, cuatro de las cuales estarán por debajo del nivel de la calle Andrea Doria, aprovechando el desmonte del terreno, que baja hacia los jardines del parque de Bellver.
Con la reforma, el hospital pasará de 84.032 metros cuadrados construidos a 118.299 metros, y dejará espacio para 1.173 plazas de aparcamiento.