El rincón del curioso/Jorge G. Boró
La respuesta de Madrid

El incendio en el edificio Windsor de Madrid ha hecho dispararse todas las alarmas en la región, y también en toda España, y ha puesto en marcha la predisposición de las autoridades madrileñas para que una catástrofe de este tipo no se vuelva a producir o, al menos, que sus efectos sean limitados. La primera medida por parte de la Comunidad de Madrid ha sido el inicio los trabajos para poner en marcha un plan de prevención y extinción de incendios para edificios de más de diez alturas, para comprobar que cumplen la normativa y que sus sistemas de alarma y contra incendios funcionen adecuadamente.
La Comunidad de Madrid cuenta con un reglamento en esta materia que data del año 2003, pero lo que ahora se quiere es comprobar si se cumple y, si fuera necesario, su modificación.
Las imágenes que hemos contemplado todos el pasado fin de semana han impactado en los ojos de los ciudadanos más allá del mero “espectáculo” y la atracción que siempre supone el fuego. Esta vez nos ha tocado de cerca y, gracias a la actuación de los servicios de seguridad de Madrid, no tenemos que lamentar ninguna desgracia personal, por lo que hacen bien las instituciones madrileñas en buscar los medios para que no se vuelva a producir y en hacer cumplir la legislación existente en la materia.
Si se mantiene el alto nivel de respuesta de las administraciones madrileñas ante desgracias como la del pasado sábado o la última salvajada de la organización terrorista ETA en el Campo de las Naciones, lo que en principio puede parecer perjudicial para la Candidatura Olímpica de Madrid para el año 2012 se puede volver positivo. Los ciudadanos y los responsables políticos de Madrid han demostrado, como lo hicieron el pasado 11 de marzo, que saben responder ante la adversidad, algo que deberán tener muy en cuenta los mandatarios del Comité Olímpico Internacional a la hora de decidir la ciudad elegida para organizar los Juegos Olímpicos.