Se frena la edificación fuera del área urbana y se reconvierten suelos del centro
El nuevo plan urbanístico de San
Sebastián rematará los barrios existentes
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Sebastián apuesta por trabajar en la recuperación y reconversión de espacios en los barrios ya consolidados de la ciudad, en lugar de abrir nuevas vías de desarrollo residencial en la periferia. Para conseguirlo, se trasladarán algunos equipamientos públicos y se expulsarán del centro las actividades del sector industrial.
Garbiñe Esteban
San Sebastián
“Es necesario priorizar los desarrollos urbanos en el propio tejido de la ciudad metropolitana y de la malla urbana, interviniendo en todas aquellas partes que estén necesitadas de remates, cirugías y complementos. Esto implica, por un lado, incentivar los procesos de renovación de la ciudad, reconsiderar el destino de determinadas instalaciones y supeditar cualquier desarrollo en nuevos suelos a que el resto no pueda dar respuesta a las necesidades que se planteen”, reza el nuevo plan urbanístico de la capital vizcaína, sobre el que se trabaja actualmente.
El equipo redactor del proyecto, encabezado por Santi Peñalba, Manu Arruabarrena y Mikel Iriondo, aboga por que el nuevo desarrollo urbanístico tenga una visión comarcal y apela a la colaboración de todas las instituciones para facilitar el traslado de aquellos equipamientos que pueden liberar suelo con muchas posibilidades.
Es el caso de los terrenos que ocupan los cuarteles de Loyola, la cárcel de Martutene, el cuartel de la Guardia Municipal en Intxaurrondo o el Hipódromo. En todos ellos se recomienda reconvertir el suelo liberado en residencial y terciario, con algunas oficinas y comercios.
Trasladar el Hipódromo.- Sobre el traslado de la cárcel y los cuarteles se trabaja desde hace tiempo, y en lo que se refiere al Hipódromo, la Sociedad de Fomento ha planteado dos opciones. Una proyecta reformar las instalaciones actuales, incluyendo viviendas de baja densidad y complejos de ocio y comercio que puedan buscar una rentabilidad al equipamiento; y la otra sugiere el traslado a otro lugar, construyendo en el suelo liberado más de 2.000 viviendas tasadas y de protección oficial.
El nuevo documento urbanístico apuesta, en principio, por la segunda opción y sugiere lugares para el traslado, como la parte alta de Zubieta y Lau Haizeta, en terrenos del vertedero de San Marcos, después de que éste se regenere.
En esta situación también se encuentra la Hípica de Loyola, condicionada por el trazado de la autovía del Urumea, que podría consolidarse, aunque se recomienda su traslado a los terrenos de Antondegi, en Martutene, o Zubieta.
Adiós a la industria.- Entre las actividades industriales que también deberían dejar su actual ubicación liberando suelo para construir viviendas, se nombra a Altza, Txomin, Añorga y Aldunaene, éste último en la zona central, en plena ribera del río Urumea, donde actualmente se encuentran el PMM y los edificios de Bodegas y Bebidas.
Precisamente la vega del Urumea es la que mayor protagonismo tiene en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad, sobre todo en la zona comprendida entre Loyola y Martutene. Así, se apuesta por la consolidación de la regeneración de la parte central del barrio de Loyola, y por una nueva ordenación para Ciudad Jardín, ampliando su densidad e integrando los terrenos de los cuarteles en el barrio dándoles un uso residencial.
La ordenación que recoge el nuevo documento, posibilitaría la construcción de entre 19.000 y 23.000 viviendas hasta el año 2014, aunque los técnicos del PGOU matizan que esta cantidad podría resultar excesiva, pues se ha constatado que la demanda anual del municipio oscila entre los 850 y 1.350 nuevos hogares, lo que sumaría un total de entre 12.000 y 19.000 viviendas para el periodo apuntado, sin contar cambios en los movimientos migratorios.
En el documento también se habla de la necesidad de recuperar los inmuebles vacíos, del fomento de la rehabilitación de pisos antiguos, o de la reconversión de oficinas en edificios residenciales. Además, se llama la atención sobre las necesidades de jóvenes y mayores, colectivos con grandes problemas a la hora de adquirir una vivienda.