El antiguo solar de Carrocerías Ugarte albergará más de 200 viviendas

El alcalde de Logroño, Julio Revuelta, y los representantes de la empresa, los sindicatos y de la comisión liquidadora de la compañía han firmado un convenio urbanístico “que transforma el uso industrial del solar por un uso residencial”, según ha explicado el primer edil.

Los aprovechamientos urbanísticos de los terrenos serán de 18.166 metros cuadrados, es decir, toda la superficie de la parcela. En ellos se podrán construir 13.987 metros cuadrados de residencial libre -el equivalente a unos 120 pisos- y 8.538 metros cuadrados de vivienda protegida, es decir, alrededor de 85 VPO.

El alcalde ha comentado que el solar para viviendas libres será subastado, “según una encomienda recibida por el Ayuntamiento por parte de la propiedad”. La subasta, que, según las previsiones, se llevará a cabo en unos seis meses, tendrá un precio de salida de 7,50 millones de euros, “que revertirán en la comisión liquidadora para el reparto y pago de las deudas pendientes”.

El Ejecutivo municipal se hará cargo de la promoción de las 85 viviendas protegidas. Para ello, recibirá unos 3.600 metros cuadrados de cesión obligatoria y comprará el resto del terreno necesario -unos 4.900 metros- por una cantidad cifrada en 783.000 euros.

A partir de ahora, y tras la ratificación por el pleno municipal del acuerdo, se prevén cuatro meses para que el Ayuntamiento haga efectivos sus pagos, y otros 8 meses más para la modificación del PGOU necesaria antes de proceder a la subasta de los terrenos. Sin embargo, el alcalde espera “acortar los plazos y en unos cinco meses aprobar el cambio del PGOU y realizar la subasta en un mes más”.

Para Revuelta, con la firma de este convenio “se consiguen cuatro objetivos: en el tema urbanístico, dar salida a la necesidad de Varea de construir y desarrollarse; se amplía la oferta general de vivienda en la ciudad; se colabora con el Plan Municipal de Vivienda; y se resuelve una situación no deseada para los trabajadores”.

Antecedentes.- La empresa Carrocerías Ugarte se declaró en suspensión de pagos a finales de 2001, dejando sin trabajo a 123 empleados. En febrero de 2002, el comité de empresa llegó a un acuerdo por el que los empleados recibirían el 61% del dinero que se consiguiese por la venta del solar que ocupaba la factoría, en la carretera de Zaragoza, siempre que el precio de venta se pactara entre los trabajadores y la familia Ugarte, propietaria de la empresa.