Los expertos vaticinan una drástica reducción del empleo
Los proyectos de nuevas viviendas caen un 67% en Mallorca por las moratorias
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Los proyectos de construcción de nuevas casas en Mallorca han registrado una caída del 67,39% en el primer semestre, en relación a 1999, primer año de influencia de las moratorias. La consiguiente paralización del sector provocará una reducción aproximada del 50% en el empleo durante el próximo año y medio, según los expertos.
Carmen Arriola
Palma de Mallorca
El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Mallorca ha hecho público un estudio donde se revela un descenso de casi el 70% en la construcción de nuevas viviendas, como consecuencia de las moratorias urbanísticas que pesan sobre la isla. Según el presidente de los aparejadores, Jaume Gibert, durante los últimos seis años se han visado en Mallorca un total de 55.228 viviendas y se han terminado 46.817, lo que implica que queda una bolsa de 8.411 proyectos en fase de ejecución.
Gibert estima que, de ese total, unas 7.000 viviendas se acabarán en 2004 y las restantes se certificarán en los próximos cuatro o cinco años. Esto significa que, si no se levanta la moratoria, el sector deberá nutrirse sólo de los nuevos visados, que alcanzarán unas 3.500 viviendas.
Menos chalés.- Los unifamiliares, no afectados por las normas cautelares, registran una caída del 61% en los visados. Esta reducción, según Gibert, se debe a una autorregulación del propio mercado motivada porque los precios casi se han duplicado desde finales de los 90.
El Colegio explica la reducción en el número de licencias de los adosados, del 90%, “por la finalización de una moda” y por el aumento de precio generado por la repercusión del suelo”.
Gibert señala, además, que los constructores y promotores se han “refugiado” en las zonas en las que se ha levantado la moratoria de plurifamiliares, como Inca o Manacor. Pero en Palma se ha terminado la bolsa de licencias para construir, llegando a levantarse edificios con licencia que se consideraban no rentables.
Para Gibert, la problemática de Palma resulta especialmente grave debido a la ordenanza en vigor que regula el número de unidades por solar y que está obligando a construir pisos de al menos 110 ó 120 metros cuadrados, cuando en estos momentos la demanda se centra en los inmuebles de 70 metros.
Por ello, el presidente de los promotores reclama cambios que permitan construir en cada solar más viviendas, pero más pequeñas, de forma que no se aumente la edificabilidad.
Otro de los problemas del municipio palmesano, según Gibert, es el excesivo número de viejos inmuebles de una sola planta que existen en muchos barrios, como Santa Catalina, Son Cotoner o Son Espanyolet, y que podrían ser sustituidos por edificios de varias plantas.
El Colegio propone fórmulas impositivas que penalicen a los propietarios de estos inmuebles, y sistemas de compensación para que éstos cedan su solar a cambio de recibir dos de las viviendas que se construyan en él, una para su uso y otra para que la puedan vender o alquilar.
Cae el empleo.- Según el Colegio de Aparejadores de Mallorca, el sector de la construcción registrará un parón de año y medio, que irá acompañado de una fuerte caída del empleo
-de hasta un 50%-, y todo ello porque la moratoria urbanística se va a levantar demasiado tarde. El problema radica, en opinión de Gibert, en que las reservas de proyectos están prácticamente agotadas y la tramitación de nuevas iniciativas no se va a completar hasta dentro de varios meses.
El presidente de los aparejadores advierte que los efectos serán peores si no se cumplen las previsiones de PP y UM respecto a la supresión de la medida cautelar para antes de que concluya el año.