pasaba por allí/Olga Heras
Jaque a la Federación Socialista Madrileña
Los "balbases" han sido artífices de más de una caída y un triunfo, decantando la balanza de congresos y candidatos hacia acostistas o renovadores según las alianzas que convinieran

Los conocidos como "mercenarios" del socialismo madrileño han vuelto a colocar en la picota a la FSM. Los Renovadores por la Base (familia que ha ejercido en multitud de ocasiones de bisagra en el dividido mapa de la Federación Socialista Madrileña) han roto la baraja del consenso, poniendo en solfa la presidencia de la Comunidad de Madrid y por ende los liderazgos de esta Federación y alguno que otro del propio aparato de Ferraz.
Si tradicionalmente los llamados "balbases" han sido artífices de más de una caída y un triunfo en esta formación política, decantando la balanza de congresos y candidatos hacia acostistas o renovadores según las alianzas que convinieran en cada momento (tanto José Acosta como Joaquín Leguina les deben muchas alegrías y otros tantos sinsabores), los integrantes de este sector hicieron un aparente "acto de contrición" para favorecer el "cambio tranquilo" de Zapatero. Más apariencia que otra cosa, ya que esta familia renovadora volvió a hacerse presente con sus presiones cuando llegó el turno de elaborar las listas de estos últimos comicios. Amparados en el inesperado protagonismo que adquirieron al ser los más enfebrecidos defensores de la opción Zapatero, los RB han llegado a ejercer en algunos momentos (tal fue el caso de la última elección de secretario general del PSOE de Madrid en la que hicieron activa campaña por José Antonio Díaz) de altavoz de las consignas de Ferraz respecto a una dirección regional, la madrileña, en la que el nuevo "aparato" quería poner su impronta. Deseos que finalmente fracasaron con la inesperada unión entorno a Rafael Simancas de las familias más tradicionales del socialismo madrileño.
La trayectoria de esta "familia", por tanto, ha estado marcada por todo tipo de alianzas, entre ellas las de la propia dirección federal a través de la persona de José Blanco. Un hecho que el siempre ácido Leguina se ha apresurado a poner de manifiesto tras la "esperpéntica" escena de la configuración de la mesa de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. El ex presidente regional ha señalado hacia el propio Blanco, Secretario de Organización del Federal, como responsable principal de la presencia en la lista del PSOE autonómico de Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, ya que el resto de las familias hace tiempo que decidieron que había que borrar del mapa socialista a los que denominan "oportunistas y confabuladores balbases".
En conflictos enquistados como el de San Sebastián de los Reyes (agrupación que durante los últimos años ha sido regida por una gestora ante los enfrentamientos insalvables entre sus miembros) o el de Alcalá de Henares, ha estado siempre presente el poder de los Renovadores por la Base, a quienes desde hace un tiempo el federal habría intentado relegar, en gran parte debido a las presiones del resto de sectores de la FSM y conforme se afianzaban los liderazgos de la cúpula regional. Una paulatina perdida de peso en el entramado del socialismo madrileño (en principio no tenían asignada ninguna consejería y el pacto con IU les colocaba en una difícil posición para obtener la que se aventuraba nueva joya de la corona autonómica: la vivienda), que habría sido el desencadenante del contundente golpe de efecto de Tamayo y Sáez, quienes, tras el episodio del hemiciclo vallecano, han colocado de nuevo a los "balbases" como la llave del gobierno autonómico de Madrid.