villa y corte/Alberto Delgado
Del triunfo a la cohabitación
Como suele ser habitual en todos los procesos electorales, si juzgamos por las declaraciones de los portavoces de los diferentes partidos, en las recientes elecciones autonómicas y municipales resulta que han ganado todos. Más tarde, la dura realidad se impone: unos han ganado, y otros no.
En Madrid hay un ganador claro e indiscutible: Alberto Ruiz-Gallardón. Su triunfo en la alcaldía de la capital de España ha respondido a todas las esperanzas, en plural. La esperanza en singular, Aguirre, ha sido la que ha obtenido más votos en la Comunidad, pero no va a poder gobernar. Trinidad Jiménez no ha podido con "el ciclón Gallardón", y Rafael Simancas, a quien algunos apodan "el olvidado", y otros "Heráclito"(por lo oscuro y hermético), ha demostrado, como el filósofo de Efeso, que sabe más de lo que aparenta, pero ahora va a tener que abrirse ante la opinión pública, no con propuestas, sino con decisiones, que no es lo mismo.
Ruiz-Gallardón, en este paso, quizá decisivo en su carrera política, va a enfrentarse a un problema inédito hasta ahora para él: la cohabitación. El camino de ida y vuelta desde la Casa de la Villa y la Puerta del Sol va a estar salpicado de baches competenciales y presupuestarios. En la Comunidad se maneja mucho más dinero que en el Ayuntamiento. Y en la Comunidad va a ser Simancas el encargado de administrarlo, aunque el apoyo de Izquierda Unida, decisivo para ocupar la presidencia, no le va a salir gratis. Veremos lo que le saca Fausto Fernández, que ha dicho que su formación va a tener "lo que se merece". Seguro que, para él, lo que se merece es mucho más que ese 7,69% de los votos emitidos.
Y, a todo esto, el pueblo de Madrid, el auténtico protagonista, espera que en esta nueva etapa los principales problemas que gravitan sobre los madrileños: inseguridad, vivienda, sanidad, enseñanza, tráfico... mejoren. Que es para lo que deben servir estas elecciones, gobierne quien gobierne.