pasaba por allí/Olga Heras
Debates, mítines y "pinchazos"
El sistema electoral madrileño sólo da
carta de naturaleza al PP, PSOE e IU

Las miserias de la campaña han convertido a los verdes en poco menos que titiriteros, al más puro estilo que evocaba Serrat cuando la España democrática estaba aún en los fogones.
Municipio a municipio o barrio a barrio de la autonomía madrileña los "verdes" transitan atril en mano dando a conocer unas propuestas con las que ("cantan al son de una danza híbrida y extraña", sic Serrat) intentan conquistar ese voto, también objeto de deseo para el resto de formaciones: el joven (unos potenciales votantes, cuyas preferencias favorecen por ahora, según los sondeos, a socialistas, populares y los verdes en detrimento de los candidatos de la coalición, Fausto Fernández e Inés Sabanés. Presagios que han provocado más de un sobresalto en IU, cuyas expectativas se centran en gran medida en atraer a este espectro de población).
Lejos de los cauces propagandísticos institucionales, Angel Requena y José María Mendiluce, las estrellas de uno de los dos firmamentos verdes que mal conviven en la autonomía madrileña titiritean por calles y plazas a falta de solemnes foros donde pronunciar sus consignas y mensajes. Una situación que puede aplicarse al resto de pequeñas formaciones independientes que, si bien, proliferan cada vez más a lo largo y ancho de la autonomía madrileña, están excluidas de los foros propagandísticos más habituales. Hoy por hoy el sistema electoral madrileño sólo da carta de naturaleza a los representantes de las tres grandes formaciones, PP, PSOE e IU, aunque estos últimos, bien es cierto, encuentren también para ello muchas más dificultades.