Nino Olmeda
La "coalición de malhechores" agita la Asamblea
La guerra ha cambiado los planes de casi todos y provocado que la izquierda cumpla su papel opositor, sin tener en cuenta más que las demandas sociales

Se celebró el último acto parlamentario de la V Legislatura de la Asamblea de Madrid. Se esperaba que todo fuese amable y que este pleno se convirtiera en un emotivo cruce de despedidas y parabienes.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tenía intención de hacer un bonito discurso de cierre. Si lo hizo, nadie escuchó, porque la oposición, unida y puesta de pie con un cartel de "no a la guerra", centró la atención. La realidad, la más cruda realidad, cambió el guión. IU decidió que su presencia en el pleno se notaría porque "en estas circunstancias no nos parece moralmente aceptable realizar el orden del día previsto. No hay lugar al parlamentarismo cuando nuestro Gobierno forma parte de una asociación de malhechores".
El PSOE, atento a los acontecimientos, retiró todas sus iniciativas y exigió la celebración de una "reunión urgente" de la Junta de Portavoces, antes del inicio del último pleno, para incorporar al orden del día previsto la realización de cinco minutos de silencio por el "ataque unilateral militar contra Irak". Nada más tomar la palabra el presidente del Legislativo, Jesús Pedroche, el portavoz socialista, Pedro Sabando, denunció que su petición había sido desestimada y que sus propuestas seguían adelante. Dicho y hecho. Los 39 diputados socialistas y los 8 de IU se pusieron de pie, sacaron sus pancartas pacifistas y permanecieron callados el tiempo marcado. Eso pasaba en los bancos de la oposición. Los escaños del PP seguían atentamente la pregunta que su portavoz, Miguel Angel Villanueva, dirigió a Gallardón: "Balance de la actuación del Gobierno en la Asamblea de Madrid".
La guerra cambió los planes de casi todos y provocó que la izquierda cumpliese, por fin, su papel opositor, sin tener en cuenta más que las demandas sociales y no lo políticamente correcto. El centro derecha, tan poco acostumbrado a tener en el otro bando una oposición, se sorprendió. Las señorías del PP no supieron cómo reaccionar ante el nuevo pleno marcado por socialistas e IU y vieron detrás de cada intervención contraria a los bombardeos una amenaza, temiendo que las elecciones de mayo les alejen del poder. El pleno del PP aprobó la Ley del Régimen Sancionador de las Viviendas Protegidas, la de Servicios Sociales, la modificación de la Ley del Deporte, la modificación de la Ley de la Cuenca del Manzanares y una proposición no de ley, de IU, para reconocer y amparar económicamente a los "niños de la guerra" civil española. La oposición no participó en estos trámites.