pasaba por allí/Olga Heras
La hora de las candidatas
Las candidatas de 2003, sea cual se su
partido, son las más activas de las elecciones

El PSOE abría brecha con la designación "estelar" de Trinidad Jiménez a la alcaldía madrileña. Frente a Jiménez el PP ha puesto en escena a otras dos mujeres: Esperanza Aguirre y a una "cuestionada", incluso desde las propias filas populares, Ana Botella. Ante tanto arrebato de feminismo, Izquierda Unida se ha limitado a mantener sus activos en pasadas elecciones, es decir, en el caso de Madrid a Inés Sabanés o en el terreno local a la actual alcaldesa de San Fernando de Henares, Monserrat Muñoz.
Todas ocupan en la actualidad prácticamente el primer plano de la pelea electoral. Inasequible al desaliento, la candidata popular a la Comunidad de Madrid mantiene un frenético ritmo de precampaña, más allá de los malos augurios que sobrevuelan su candidatura. Otro tanto cabría decir de Ana Botella, empeñada en prodigarse en apariciones públicas, pese a estar abocada en más de una ocasión a encontrarse en un callejón sin salida política. Peleando también el día a día prácticamente en solitario, Inés Sabanés, obviando los problemas generados en IU por la lista con la que concurrirá a los próximos comicios en la capital se ha volcado de lleno en dar a conocer barrio a barrio las líneas de su programa como candidata al Ayuntamiento de Madrid. Con poco "aparato" detrás, Sabanés vive su particular "maratón" en un intento por alcanzar la barrera del 5% de los votos, incentivada por unas encuestas que vaticinan el fiasco electoral de Ruiz Gallardón. Pero, sin lugar a duda, ha sido Trinidad Jiménez quien ha marcado carácter a las primeras elecciones municipales del milenio. La candidata socialista ha impuesto en la política madrileña un nuevo concepto: el populismo-glamuroso.